La polémica generada en torno al plan de inversiones asociado a la devolución de los recursos de la ilegítima deuda que sostiene Emcali con la nación, el cual fue definido de forma unilateral por parte del alcalde y gerente general de la empresa, desconociendo el acuerdo logrado por la Bancada Parlamentaria del Valle del Cauca con el gobierno nacional, consignado en las bases del Plan Nacional de Desarrollo (PND), bajo la presidencia y liderazgo del senador Alexander López, es el resultado de la intervención de Esteban Piedrahita Uribe, actual presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cali, quien coordinó y participó en todas las reuniones que resultaron determinantes para concretar semejante despropósito.
El doctor Piedrahita se desempeñó como director del Departamento Nacional de Planeación (DNP) durante el segundo periodo presidencial de Álvaro Uribe Vélez, es un defensor a ultranza del modelo neoliberal, fundamento del marco regulatorio de los servicios públicos en Colombia. En defensa del este modelo el doctor Piedrahita conceptúa que: “la sociedad no debe estar dispuesta a embarcarse en descabelladas utopías estatistas que inevitablemente redundan en el empobrecimiento colectivo”.
Lo que “olvida” mencionar es que las promesas hechas inicialmente para justificar la pertinencia de la política de privatización y mercantilización, indicando que se iban a tener servicios públicos con mejor calidad, a tarifas justas, etc., ¡no se cumplieron! Contrario a eso, se constata actualmente su rotundo fracaso, como se logra evidenciar en casos emblemáticos. Por ejemplo, Electricaribe que afecta negativamente a gran parte de la costa caribe colombiana, negocio privado y corrupto ampliamente beneficiado en el PND. ¿Qué ha dicho al respecto el doctor Piedrahita?
Finalmente, los grandes beneficiarios del proceso de privatización de empresas públicas en Colombia han terminado siendo las empresas multinacionales y grupos privados locales. Precisamente, en el caso de Cali y el Valle del Cauca, estos grupo privados, conformados por la elite empresarial a la que el doctor Piedrahita pertenece, han controlado históricamente la gestión de lo público, particularmente de Emcali; empresa a la que han embarcado en descabellados actos de corrupción, como Termoemcali y la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Cañaveralejo (PTAR-C). De hecho, de esta última deriva parte de la deuda sobre la que se ha centrado el debate reciente: en la construcción de estos dos proyectos participó la multinacional Odebrecht, actualmente vinculada con escandalosos actos de corrupción en Latinoamérica.
El plan de inversiones que unilateralmente definió Armitage, y el cual ha venido tramitando con la orientación y apoyo de Esteban Piedrahita, básicamente orienta la totalidad de los proyectos de inversión a la unidad de acueducto y alcantarillado, dejando a las unidades de energía y telecomunicaciones de lado, no es un asunto aislado, se pretende así materializar la visión de ciudad de la elite empresarial, la cual tiene el respaldo del Banco Mundial, entidad que desde el año 2002 recomendó abiertamente concesionar la unidad de acueducto y alcantarillado y privatizar las unidades de energía y telecomunicaciones.
La última columna de opinión de Daniel Coronell detalla la participación de la Institución Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial en el escándalo de Odebrecht, entidad con la que desde el año 2014 la Cámara de Comercio, la Alcaldía de Cali y la Gerencia General de Emcali firmaron un convenio para supuestamente convertir a Cali en una smart city (ciudad inteligente).
Cali ocupa uno de los últimos puestos en las clasificaciones de ciudades inteligentes. Claramente las intenciones de este relato respecto a Emcali han sido otras, principalmente orientar las inversiones de la unidad de acueducto y alcantarillado para beneficiar los proyectos inmobiliarios del área de expansión del corredor Cali/Jamundí, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales del Sur (PTAR-SUR) y procurar la privatización de las unidades de energía y telecomunicaciones, con el objetivo de beneficiar a dos de los clústeres productivos que respalda la Cámara de Comercio: el clúster de las tecnologías de la información y las comunicaciones (Pacifitic) y el clúster de la Bioenergía, en el primero están agremiadas, entre otras, las empresas Parquesoft, Open Systems y Carvajal Tecnología y Servicios, todas al igual que Odebrecht, con un pasado oscuro en su relación con Emcali, y en el segundo están principalmente concentrados los ingenios azucareros, los cuales tienen una fuerte apuesta por continuar expandiendo su participación en el sector de la generación de energía eléctrica, actualmente lo hacen a través del proceso de cogeneración.
La agenda neoliberal de los privatizadores y enemigos de los trabajadores y el patrimonio público, coordinada desde la Cámara de Comercio, no descansa: mantiene la firme intención de privatizar y controlar las unidades de negocio de Emcali. En consecuencia, urge la unidad y acción sindical de resistencia directa, en alianza con los sectores políticos alternativos, sobre todo de cara al proceso electoral que se avecina. Ya sabemos cuáles son los candidatos que apoyan Armitage y Piedrahita, y el futuro que le espera a Emcali en caso de que prosperen sus aspiraciones.