Juan Sebastián Cabal y Robert Farah ya no pueden vivir el uno sin el otro. Son más de 20 años compartiendo en las canchas de tenis y es tanta la intimidad que han construido que dudan que exista un relevo en la modalidad de dobles en Colombia. La primera vez que se encontraron fue en Cali, su tierra natal, jugando con la arcilla de la cancha y lanzando las pelotas sin sentido alguno. Pero rápidamente se fueron encaminando en el deporte, una forma de vida de la que sabían no podían escapar.
Cabal dio sus primeros pelotazos en el club campestre de Cali. Todos los fines de semana se iba con su papá y su hermano para verlos entrenar. Pero rápidamente demostró que era el mejor de la familia, y a los 8 años estaba debutando en algunos torneos departamentales de manera individual.
Y en ese camino se encontró a su amigo y quien se convertiría en su hermano, Robert Farah. De origen libanés, Farah es colombiano por un simple azar. Sus papás habían llegado a Canadá huyendo de la guerra, y Robert llegó a Colombia a los pocos meses de haber nacido en el país norteamericano. Su papá aterrizó en Cali para dar clases de tenis. Robert se formó en la academia de su papá.
Aunque cada uno hizo su carrera de manera individual, siempre disfrutaron más jugar juntos. Les iba mejor en los torneos cuando compartían la cancha. Cabal logró meterse entre los mejores 180 del ATP mundial, un número que no parece tan importante pero que tiene gran valor cuando se está entre los 300 primeros, que son los que pueden vivir del tenis. Sin embargo, una lesión en la rodilla lo puso a decidir: o acababa su carrera en un par de años o se dedicaba a jugar dobles. No lo pensó dos veces porque Robert Farah estaba en una situación similar. La muñeca lo tenía a punto del retiro, pero encontró un segundo aire con su mejor amigo.
En 2013 se juntaron para siempre. Y no pudieron tener un mejor arranque. En el Gran Slam de Australia, uno de los cuatro grandes torneos del tenis, la pareja colombiana llegó a los cuartos de final. Se abrían camino y se convertían en los mejores tenistas del país. En 2014 consiguieron en el mes de enero su primer título profesional del año al coronarse en el torneo de dobles del Bucaramanga Open 2014. Los caleños, aseguraron el título al vencer en la final a la dupla del colombiano Juan Carlos Spir y el estadounidense Kevin King, con parciales 7-6(3) y 6-3, en 1 hora y 13 minutos de partido.
Pero su gran logró lo consiguieron en 2018, cuando llegaron a la final del abierto de Australia. Perdieron en dos sets frente al austriaco Oliver Marach y el croata Mate Pavić, pero pegaron un salto en el ranking mundial y se convirtieron en la pareja más temida del circuito.
Con la victoria en mayo pasado en Roma, defendiendo el título del Masters 1000, la pareja de caleños se metió en el Torneo de Maestros que se juega a final de año entre los ocho primeros del ranking mundial. Ahora están a un paso de coronarse en el templo del tenis: Wimbledon. Hicieron algo histórico, llegar a una final en césped. Aunque tienen unos duros rivales al frente, los galos Nicolás Mahut y Édouard Roger-Vasselin.
Entre más años pasan, más aprenden a jugar juntos. Antes eran compañeros, luego fueron amigos, y hoy son hermanos. Una familia que comparte casi todo el año y se tienen que aguantar dentro y fuera de la cancha. Una relación que ahora empieza a dar grandes triunfos.
