20 razones para votar en blanco

Las del 25 de mayo no son unas elecciones presidenciales más. Son las más importantes de la historia de Colombia por una inédita razón: por primera vez, la sociedad civil opta por una opción diferente a la partitocracia. Por primera vez, el voto en blanco, que representa el cansancio de la gente frente a su clase política corrupta, ocupa los primeros lugares en diferentes encuestas. Sin embargo hay una franja de indiferentes poderosa y decisiva que los soldados de esta revolución pacífica queremos conquistar. Para ellos va esta columna. Sobran las razones para que se sumen a una cruzada que solo tiene una meta: No ser, “otra” generación desperdiciada. No ser “una generación más” que deja pasar la oportunidad de acabar en las urnas con sus verdugos. “Otra generación”como las de nuestros tatarabuelos, bisabuelos, abuelos y padres, juzgada por la historia de pusilánime. Es todo. Aquí están las razones por las que votar en blanco constituye el principal acto de indignación de los colombianos, la mayoría coherentes, que se dicen cansados de tanta corrupción y violencia, pero que siguen apoyando y defendiendo con firmeza a los causantes de la debacle física y moral que vive la nación:

1. DIGNIDAD.Si hay una razón poderosa para votar en blanco es esta: “dignidad”. Siempre hemos votado por quienes ya elegidos se convierten en nuestros verdugos y debemos demostrar esta vez que no somos masoquistas. Expresar la indignación en las urnas es un acto de coherencia que los inconformes deberíamos cometer.
2. NUEVOS CANDIDATOS. Un triunfo del voto en blanco, hace repetir las elecciones con otros candidatos. Por sus discursos y sus pasados podemos asegurar que los actuales candidatos son más de lo mismo. Derrotarlos sería un hito histórico universal. Jamás los ciudadanos de ninguna nación han dicho a sus candidatos:No nos convencieron.
3. DEMOCRACIA REPRESENTATIVA EN CRISIS. Un triunfo del voto en blanco sirve para advertir a los partidos políticos, que siempre han despreciado al ciudadano común y corriente, que no nos representan, que nos cansamos de esperar a que hicieran algo por el pueblo. Que ya no les creemos.
4. SUPREMACÍA. El Voto en Blanco es un pulso de poder entre su clase política y la sociedad civil. Ganarlo, pone a los ciudadanos en situación de supremacía.
5. AVERGONZARLOS. Un triunfo del voto en blanco, avergonzará ante el país y ante el mundo entero a toda la clase política corrupta de Colombia. La noticia mundial sería que los ciudadanos de este país rechazaron todas las opciones porque se cansaron de mentiras, engaños, privilegios para la clase política y entrega del país a corruptos, cacaos nacionales y multinacionales ventajosas.
6. EMPODERAMIENTO. Por siglos el ciudadano cree que su voto no vale, que su voto no cuenta, que su voz y su sentir son despreciados. Un triunfo del voto en blanco nos haría volver a creer en el poder que tiene el voto. Un pueblo empoderado es capaz de autoconvocarse, las veces que sean necesarias, hasta conseguir sus objetivos.
7. GOBERNABILIDAD. Un triunfo del voto en blanco, manda a gobernar sin votos a quien resulte elegido en la segunda ronda. Esto supone un gobierno ilegítimo y sin gobernabilidad. Porque una cosa es gobernar con los nueve millones de votos que, por ejemplo, sacó Santos, lo que le ha permitido hacer y deshacer con el país, y otra muy distinta es resultar electo con dos o tres millones de votos. Esto obliga al ganador a buscar esa gobernabilidad con el constituyente primario, o sea con el pueblo, o sea con usted y no con los corruptos del Congreso que sobornan a cambio de apoyo legislativo.
8. NO A LA REELECCIÓN. Un triunfo del voto en blanco, es un contundente mandato contra la reelección, figura que en sus dos estrenos envileció más la política.
9. NO A LA CORRUPCIÓN. Un triunfo del voto en blanco es un mandato claro anticorrupción.
10. SÍ A LA PAZ. Un triunfo del voto en blanco es un mandato por la paz de nuestro país.
11. REFORMAS. Un triunfo del voto en blanco, es el rechazo generalizado a todo lo que existe. Significa que el pueblo se autoconvoca, como Constituyente Primario, a exigir las reformas que lo hicieron perder la credibilidad en el sistema. Ya sea a través de una Asamblea Constituyente, o en una negociación con los candidatos que pasen a segunda ronda, nos haremos sentir y exigiremos, con carácter obligatorio, que el Congreso de la República lleve a la práctica y le dé trámite los acuerdos que la sociedad civil viene debatiendo. Los congresistas, la mayoría elegidos con fraude, con compra de votos, con abuso y esclavitud de los empleados públicos y con el dinero corrupto que les da el Gobierno a cambio de sus votos (mermelada) no se pueden negar o los revocamos. Ya bastante cortos de legitimidad están como para desafiar a sus jefes naturales que somos los ciudadanos.
12. HACERNOS CONTAR. Los corruptos deben saber cuántos colombianos los rechazamos. Cuando la gente se abstiene, ellos salen a los medios a decir que el pueblo es perezoso. Por esto, los abstencionistas que no votan por protestar se confunden con los perezosos y eso nos impide mostrarles el inconformismo generalizado. Lo mejor es votar en blanco para elevar a 8 o a 10 millones la cifra de inconformes que en las elecciones del 9 de marzo ya se insinuó en más de 3 millones de votos.
13. ES UN DESPERTAR. El pueblo se ha mostrado pusilánime por décadas. Quizá dos siglos. Si para algo sirve el voto en blanco es para sacudirnos de la esclavitud que supone la partidocracia y la bandidocracia. Expresar libremente nuestra indignación con un voto puro, un voto que no tiene precio, nos adelanta 50 años en el tiempo en lo relacionado con la cultura política y la conciencia política que debemos aprender como pueblo.
14. TUMBANDO HEGEMONÍAS. Es una vergüenza que en pleno Siglo XXI, todavía estemos optando por la opción de elegir a dos nietos de expresidentes en una misma fórmula presidencial. El señor Santos y el Señor Vargas Lleras son miembros de familias presidenciales que se creen con el derecho a gobernar eternamente a nuestro país. Lo hacen porque saben que nacimos para obedecer. Ya elegimos a dos López, a dos Pastranas, a dos Santos. Si gana Santos de nuevo, esas tres familias, solamente, nos habrán gobernado 30 años, todo un período hegemónico sin contar que en cuatro años, los expresidentes nos enviarán nuevamente a sus hijos y nietos. Lo peor de todo, es que este ejemplo se replica en las regiones y ya varias familias se adueñaron del erario de sus departamentos. ¿Hasta cuándo la sumisión? ¿Hasta cuándo el período feudal que en el resto del mundo se extinguió hace 600 años?
15. DESOBEDIENCIA CIVIL. Ninguna expresión más cercana a la filosofía de la desobediencia civil como el voto en blanco. Un triunfo del voto en blanco les haría sentir a nuestros gobernantes que el pueblo está en posición de poder y listo a emprender acciones de desobediencia ante sus leyes injustas.
16. REVOLUCIÓN PACÍFICA. Las revoluciones armadas nos dejan cientos de miles de muertes, cientos de miles de víctimas, cientos de miles de desplazados y miles de millones de dólares en pérdidas económicas. Esto nos demuestra que las armas no son el camino y menos, cuando en nuestras manos tenemos una herramienta pura de disenso que nos permitirá obtener los mismos resultados de “toma de poder” por parte del pueblo, sin hacer daño a nadie, sin disparar un solo tiro, sin dañar la propiedad ajena, sin incendiar al país. Esa herramienta se llama el voto en blanco y si la usamos, masivamente, durante las ocho horas que dura la elección del próximo 25 de mayo, puede resultar más letal que todos los fusiles y lanzagranadas y bombas molotov y carros bomba que se han usado para derribar el régimen corrupto que nos gobierna. Un triunfo del voto en blanco sirve de catarsis al odio y de salud mental al pueblo, porque la gente descubrirá que no es necesaria la fuerza para imponer las ideas.
17. FORTALECIMIENTO DE LOS PARTIDOS. Aunque suene paradójico y aunque el voto en blanco ataca directamente al corazón a los partidos, a mediano y largo plazo termina fortaleciéndolos porque estas instituciones políticas deberán optar por dar aval para sus listas a personajes intachables o seguir desafiando a la ciudadanía con nombres cuestionados y candidatos con prontuario como lo han venido haciendo hasta ahora. Si los partidos son inteligentes, deben buscar la manera de volver a seducir al electorado con programas y candidatos decentes. Sólo ese día, cuando lo hagan, dejaremos de votar en blanco.
18. FORTALECIMIENTO DE LA DEMOCRACIA. Un triunfo del voto en blanco nos convertiría, ante el mundo, como una de las democracias más modernas del planeta. Una democracia que entrega a los ciudadanos una herramienta constitucional capaz de revocar en las urnas a su clase política. De paso, nos daría a los ciudadanos una renovación de la confianza en nuestro sistema electoral al entender que el triunfo del voto en blanco desvirtúa cualquier sospecha de fraude.
19. INDEPENDENCIA. Sin medios de comunicación, sin campaña inscrita, sin propaganda, sin publicidad, sin organizaciones caudillistas detrás, sin mermelada del gobierno (puestos y billones para campaña), sin encuestas amañadas y sin dinero, un triunfo del voto en blanco se convertiría en la prueba fidedigna de que, con una buena causa, un objetivo común, una buena idea y un poco de creatividad se puede hacer política en Colombia, sin vender la conciencia ni sobornar a las personas con prebendas. Sería un triunfo de la virtud, de la transparencia, de la independencia política.
20. POR EL DERECHO A SER BIEN GOBERNADOS. Por dos siglos nos hemos resignado a elegir entre los candidatos menos malos y los que nos imponen las castas políticas. El voto es un derecho que solo podemos ejercer cada cuatro años. Cada vez que desperdiciamos este derecho, postergamos casi un lustro la ilusión de estar bien gobernados y las nuevas generaciones van recibiendo poco a poco la misma herencia que recibimos de nuestros padres: Un país injusto, atrasado, inculto, con mala educación, con violación de derechos humanos, un país  violentado y saqueado por los políticos y sus cómplices de la empresa privada. Entonces, si lo tenemos tan cerca, ¿por qué desperdiciar de nuevo esta oportunidad única e irrepetible de derrotar en las urnas a la clase política corrupta que nos somete, nos abusa y nos humilla hace dos siglos?

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