La ley de extradición de Hong Kong a China es un paso más que favorecería a Beijing para ir retomando de manera gradual el control total de esta ciudad y terminar con su condición de Región Administrativa Especial. En otras palabras podría interpretarse como la preparación de la “pista de aterrizaje” de esta ciudad en el ordenamiento territorial y administrativo de China.
Para sus residentes es el cambio de la fórmula “ Un País, Dos Sistemas” por“ Un País un Sistema” (Asian Survey, 2019). Además su poder para atraer inversión extranjera también se vería afectado.
Desde 1997 Hong Kong comenzó un proceso de reincorporación al ordenamiento territorial y administrativo Chino. Este proceso es el resultado de la Declaración Conjunta de China e Inglaterra de 1984.
Según lo acordado entre Inglaterra y China, Beijing se comprometió a dar un trato especial a Hong Kong durante 50 años (hasta 2047), otorgándole un estatus de Región Administrativa Especial enmarcada en la fórmula de Deng Xiaoping de “Un País, Dos Sistemas” para la reunificación de territorios ( Taiwán, Hong Kong y Macao). Bajo esta fórmula, China asegura respetar la independencia en asuntos administrativos y económicos, esto hace que Hong Kong mantenga un poder ejecutivo, legislativo y judicial diferente al de China, una moneda diferente y un sistema económico totalmente diferente ( capitalista diferente del socialista con características Chinas).
En los 80’s Hong Kong ya era un referente económico y centro de inversiones de gran interés para China que en los 90’s veía los frutos de las reformas económicas graduales y apertura al mundo impulsadas por Deng Xiaoping desde 1978. ( Reformas económicas sin mayor cambio en lo político
Además de su enorme importancia económica y comercial, Hong Kong al igual que Taiwán hacen parte de los intereses centrales de China, su recuperación y total control tiene un gran significado y tinte nacionalista, pues estos territorios fueron perdidos durante el llamado “ Siglo de Humillación” para China tras la primera Guerra del Opio ( 1839-1942) y la primera Guerra Sino-Japonesa ( 1894-1895) respectivamente. Por lo tanto su control total, dominio y no permitir ningún tipo de influencia extranjera es una forma de decirle al mundo que China nunca tolerará de nuevo cualquier intromisión que afecte sus intereses.
Desde Hong Kong fluye la mayoría de la inversión extranjera hacia China continental, la ciudad está entre las diez mayores exportadoras a nivel mundial, tiene la segunda mayor bolsa de valores de Asia y posición estratégica para las capitales de las pujantes economías de Asia Pacífico, entre otras muchas características, también se disputa la posición de mayor puerto con las ciudades Chinas como Ning Bo y Shang Hai (Expansión Mex, 2014).
Es un punto clave para el ambicioso proyecto de interconexión global chino de la Franja y la Ruta (3 mil billones de dólares) por su cercanía al estrecho de Malaca donde cruzan más del 25% de las las mercancías a nivel mundial( UNAV, 2018).
Después de haber revisado la importancia de Hong Kong para China y regresando al tema principal; la ley de extradición tiene un trasfondo que no solo permitiría la extradición de criminales perseguidos por Beijing, también los hongkoneses temen que los defensores de derechos humanos, disidentes políticos, activistas, y cualquier persona que se oponga o critique al gobierno de Beijing pueda ser extraditada también, donde seguido vemos en los medios que no hay respeto por los derechos humanos, no hay un debido proceso pero sí condiciones precarias en las prisiones, estas son situaciones contrarias a la libertad que gozan los ciudadanos de Hong Kong. Claramente esto genera un malestar y gran preocupación en un territorio donde la mayoría de la población no quiere reincorporarse a China en donde el sistema de pesos y contrapesos es casi nulo debido al control del Partido Comunista Chino sobre todos los miembros del gobierno, donde hay una gran restricción a la libertad de expresión y actualmente un control sobre la población sin precedentes.
En 2014 los ciudadanos de Hong Kong ya se habían manifestado para pedir mayor autonomía y respeto a la Declaración Conjunta de China e Inglaterra, los ciudadanos pedían que las elecciones se hiciera de manera que el líder del poder ejecutivo de Hong Kong fuera elegido directamente por sufragio universal independiente sin que los ciudadanos tuvieran que elegir entre un reducido grupo propuesto por un comité de mayoría pro-Beijing con candidatos con fuertes conexiones con el Partido Comunista Chino.
La ley de extradición es un golpe a las libertades de Hong Kong, visto con buenos ojos por Xi Jinping, líder desde 2012 a término indefinido de China, es importante recordar que en 1982 Deng Xiaoping había introducido un artículo a la constitución que establecía un máximo de dos períodos en el poder para el presidente de turno, cada uno de 5 años sujetos a aprobación durante el Congreso del Partido Comunista Chino, con el fin de evitar una figura que acumulará tanto poder como Mao y así evitar iniciativas perversas como el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural.
Desde 2018 estos dos términos fueron modificados y ahora no hay límite, Xi Jinping mediante una lucha anticorrupción que en China son sinónimo de purga a facciones u opositores dentro del partido, ha limpiado su camino y consolidado más poder que el que tuvo Mao en su época.
Xi Jinping ha mostrado una mayor impaciencia en obtener total control y recuperar los territorios antes perdidos, su discurso se enmarca en el “Sueño Chino” y versión moderna del “天下” tiān xià ( todo bajo el cielo) “Un Mundo, Un Sueño” donde se procura recuperar la grandeza milenaria del pueblo Chino, por esto la total unidad territorial es un interés central como parte de su grandeza.
De esta manera se comienza a preparar la pista de aterrizaje, influyendo en la introducción de medidas que afecten el sistema independiente de Hong Kong, ir retomando control del territorio y finalmente suprimir su condición de Región Administrativa Especial.
Cómo lo había mencionado inicialmente esta ley de extradición afectaría las inversiones que provienen del exterior, por ejemplo desde 1992 Estados Unidos mantiene una política que le da un trato especial a Hong Kong que favorece la inversión y negocios. Si este acuerdo prospera surgirían varias dudas acerca del respeto a los derechos humanos y garantías en Hong Kong que daría un paso gigante a ser como cualquier otra ciudad China, sería el inicio de más reformas impulsadas desde Beijing, por lo tanto diferentes legisladores americanos han expresado que será necesario revisar el estatus preferencial dado a Hong Kong( South China Morning Post, 2019).
Si Hong Kong comienza y sigue perdiendo sus características especiales que la diferencian de China, muchas empresas podrían buscar alternativas en la región, pues es sabido que en muchas ocasiones empresas de talla mundial se han visto afectadas por el favorecimiento de gobierno Chino a las empresas locales, la parcialidad del gobierno Chino sería contraria a la libertad y garantías en Hong Kong.
Estamos ante una situación compleja donde es probable que esta ley pase en un futuro no muy lejano debido al gran poder de China y su influencia sobre el poder ejecutivo y legislativo de Hong Kong. Por esto
China debe pensar en las consecuencias que esto traería para una ciudad insignia y en las ventajas y desventajas de mantener este sistema. Por un lado debemos tener en cuenta que probablemente el hombre fuerte de Beijing no querrá mostrar debilidad, dar concesiones o tolerar reclamos democráticos que puedan animar a más ciudades en China y otros territorios a hacerlos. (Xinyang, Mongolia Interior, Tíbet o Taiwán)
A medida que el tiempo pasa el plazo para la total reincorporación se va acercando y es probable que el gobierno Chino también quiera adelantar y apoyar acciones para tal propósito. Por otro lado hay que tener en cuenta la gran resistencia de los ciudadanos en Hong Kong que ha movilizado a más de 2 millones de personas ( cifra récord en Hong Kong) en las calles pidiendo anular esta iniciativa, la renuncia de la jefe ejecutiva de Hong Kong Carrie Lam y ha llevado a funcionarios activos y antiguos de alto rango en Hong Kong evaluar la posibilidad de tumbar definitivamente esta iniciativa.
De seguir adelante la ley y las protestas, China tiene la responsabilidad de dar un manejo moderado a una situación que atrae las miradas de un mundo interconectado y evitar un Tiananmén 2.0 que le generaría repudio y múltiples sanciones similares o peores que las de 1989 afectando sus intereses económicos e intenciones de mantener un sistema internacional pacífico y favorable a su surgimiento.
La forma en que Beijing trate este asunto repercutirá en Taiwán, territorio el cual China considera una provincia rebelde y ha tratado de recuperar desde 1949 y mantiene un gobierno totalmente independiente de Beijing. La fórmula de “ Un País, Dos Sistemas” también le ha sido propuesta a Taiwán para su reunificación y está enmarcada en una estrategia política que abarca el “Principio de una Sola China”, “Unificación Pacífica” y “Cero Tolerancia con la Independencia”.
Desde Hong Kong los ciudadanos le dicen a Taiwán no caer en la trampa de la propuesta China y a su vez la presidenta de Taiwán Tsai Ing-wen caracterizada por su postura antiunificación ha expresado su solidaridad con las demandas de los ciudadanos de Hong Kong.