Este país me arrebató casi todo. Todo menos el derecho a soñar. Seguiré soñando, seguiré cantando, por vos, por ti, por todos, sobre todo por mí. Los sueños son las únicas riquezas que no nos pueden arrebatar los mezquinos, los envidiosos, los violentos, los malvados… ahí no pueden llegar esos oscuros tentáculos. Nadie puede presumir de ser un ladrón, un pirata, un atracador de sueños, un corrupto de los sueños.
Los sucios pies no logran hollar el santuario de los sueños, ni las manos aleves contaminar el tejido sutil de esos mismos sueños. Desde niño me han tachado de ser un pobre soñador. Pobre sí, y rico a la vez, por lo cual seguiré soñando. Tú que me lees: guarda tus sueños, cuídalos, bésalos, mímalos, protégelos con un velo de seda, acarícialos con invencible voluntad y férrea determinación. Sé un guerrero y saca la espada espiritual para ser un buen guardián de tus sueños; pues basta que descubran que eres un soñador para que intenten arruinar tus planes. Sé un buen guerrero, sé honesto, espiritual y nadie resistirá la claridad de tus certezas. Asegúrate que todos tus sueños sean ilimitados.
Yo presumo de ser un soñador: una noche sin sueños dulces, sin profecías risueñas para mí es una noche en vano… y no sé lo que es un amanecer en que no repase alegremente todos mis sueños. Todo lo que contemplamos primero fue un sueño de alguien, de algo… ese algo ancló después en la realidad. Somos el sueño de Dios, no la pesadilla de Dios. Dios lo soñó todo perfectamente; pero el hombre se convirtió en artífice de sus propias pesadillas. El ser humano consciente imitará a su creador y no caerá en la trampa de la mentira: no fuimos diseñados para la derrota, sino para la victoria.
El derecho a soñar, luchar por sueños y llevarlos a la realidad es conforme al plan divino. Yo creo que los sueños, mis sueños, sus sueños son verdad. No existe nada más macizo que la clarividencia de un sueño y la certeza de que ese sueño será porque es. Colombia es un país experto en matar… esperanzas, vidas, pero les aseguro, se los juro que los sueños seguirán en pie. Soy humano y como ustedes ciclotímico, vulnerable, tal vez más hipersensible, pero como ustedes dual y paradójico: es nuestra esencia humana. También tengo mis caídas, mis fracasos, mis decepciones, mis pérdidas, mis terribles derrotas; pero cada derrota me confirma en la terquedad de mi sueño.
Ayer caí, hoy me levanto, anoche lloré, hoy al despertar enjugué mis lágrimas, me miré al espejo, me di golpes en el pecho y me dije a mí mismo de qué estaba hecho. Me respondí: de sangre de héroes, de luz divina, de fuerza invencible. Ayer morí, hoy resucité. Me mataron muchas veces y otras tantas resucité. Me han hecho tragar polvo, me han derribado, han intentado que pierda mi dignidad y la esperanza: no lo lograrán. No porque yo lo decida, sino por voluntad divina. Y esta noche proclamo, determino, afirmo, declaro y visualizo que nadie podrá desmontar el sueño que veo claramente en mi mente, en mi consciencia despierta.
De ser posible atravesaré la tierra, cruzaré ríos caudalosos y aguas oscuras y mares tormentosos; pero buscaré en el fondo del océano la perla que necesito y trasegaré el espacio para bajar la luna y las estrellas y depositarlas en las manos de esos niños sonrientes que sueño, de esos animales que padecen tortura por la mano cruel del hombre. Soñaré con un país justo, sin odios, sin anhelos de venganza, un país con la gracia del perdón en las entrañas… soñemos, soñemos sin medida, sin límites. Todos soñando tejeremos con los hilos del tiempo un país, un mundo mejor. La mente puesta en los sueños y las manos trabajando por hacerlos realidad. Yo tengo un sueño. Qué hermoso suena en todos los idiomas: I have dream; J’ai rêve; Ho un sogno; Eu tenho um sonho; O tinc om somni; Ego autem somnium; Am un vis. Yes, I have dream; oui, J’ai rêve; sí yo tengo un sueño que nadie podrá matar. Como dijo la gran Mercedes Sossa:
“Tantas veces me mataron,
tantas veces me morí,
sin embargo estoy aquí
resucitando.
Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal,
porque me mató tan mal,
y seguí cantando”… Y soñando...
