Que en el congreso nuestros representantes y "padres de la patria" hayan dado la espalda a solucionar el origen (la corrupción) de todos nuestros males es verdaderamente lamentable y nos mantiene al borde del abismo.
Es claro que estamos gobernados por una poderosa mafia que se ha encarnizado con nuestro presupuesto nacional, que se pinta de todos los colores y con maravillosos eslogans para desdibujar su tétrico rostro frente a incautos electores y opinadores de oficio.
Seguir hablando de la perversidad de esta banda hoy ya no tiene sentido ni razón, es el momento de bajar los ánimos y aunar fuerzas para empujar al mismo lado.
Una vez más he de decir que nuestro poder constitucional está en el sufragio, pero no de aquel que se regala, se negocia, se compromete a un amigo, se suma en busca de contratos o un puestico. No.
El sufragio fuerte y libre ocurre cuando se lee detalladamente la hoja de vida del candidato y se escoge a alguien íntegro, con propuestas concretas y en beneficio de todos, no de pocos. Es decir, candidatos para la nación y no para la banda.
El camino no es fácil, no está allanado. Es claro que en estas democracias maniatadas quienes eligen no son precisamente los que leen y piensan. Hemos sido educados a partir de la obediencia y no de la criticidad, lo que nos hace presas más que fáciles.
Si miras por la ventana hacia la calle verás que las opciones que quedan son pocas y el panorama no es el mas alentador. Hasta pronto y la mejor de las suertes.