En el país debido a una combinación de factores sociales, económicos y culturales se ha creado un escenario que compromete la seguridad de la ciudadanía. La delincuencia común es pan de cada día en las calles colombianas y varios delitos que se han convertido en el flagelo nacional, como el robo de celulares o los ataques con ácido, son juzgados levemente dejando un sinsabor en la comunidad.
La Rama Judicial se encuentra en deuda con los colombianos, esto sucede debido a la sensación de impunidad que hay en la población frente a temas como el robo de celulares, el cosquilleo y los ataques con ácido, situaciones a las que la ciudadanía debe verse enfrentada a diario y frente a las cuales las sanciones pueden llegar a ser percibidas como débiles.
En 2013 la dramática cifra en el tema de robo de celulares fue 907.107 casos, además son muchos los colombianos que se han visto afectados por diferentes tipos de hurto con leve castigo, con el agravante que muchas de las víctimas no se acercan a denunciar, ya sea por temor o por falta de credibilidad en el sistema judicial.
Por otra parte, una problemática que por estos días está sonando en los medios ha llegado a visibilizar cifras dramáticas, ya que desde que se empezó a recolectar información detallada del tema de quemados con ácido en el 2004, el problema ha ido creciendo y ya las víctimas se acercan a los 1.000 sin discriminar entre hombres y mujeres.
Los delitos cometidos por los perpetradores de estos incidentes son conocidos y tipificados en la justicia colombiana como: “Delitos Menores”. Una calificación que denota las características libertarias del sistema penal colombiano, ya que la mayoría de estos criminales recibe penas igualmente menores. Más dramático aún es que el 80% de las personas denunciadas por delitos menores no es castigado, teniendo en cuenta que son muy pocos los criminales denunciados. De casi un millón de hurtos de celulares durante el 2013 solo se recibieron 18.000 denuncias oficiales.
El tema es preocupante y líderes ciudadanos como la Congresista electa por el Centro Democrático Tatiana Cabello se han pronunciado frente a la situación: “ataques con ácido, robo de celulares y cosquilleo –entre otros delitos– son el mayor flagelo que sufrimos los colombianos gracias a la escasa penalización para estos llamados delitos menores. Podrán ser de poca monta para algunos, pero a la gran mayoría nos tiene en jaque y debemos legislar para crear formas de prevención y castigo que realmente desestimulen la ejecución de este tipo de delitos”.
Descripción de la situación que es corroborada por Carlina Varela, Ex Presidente del Consejo Seccional de la Judicatura en Valle del Cauca quien dijo que "El sistema penal acusatorio es garantista y libertario. En el caso de los delitos menores hay que optar por la conciliación”, dando prueba que la protección judicial a las víctimas de este tipo de delitos es mínima y en la mayoría de los casos se busca llegar a conciliación.
La situación actual de Delitos Menores e impunidad se le está saliendo de las manos al Estado, este tipo de delitos tienen una gran incidencia sobre la percepción que se crea del gobierno y las autoridades judiciales además de ser un drama social, por lo que es una de las situaciones cuya solución requiere inmediatez en el tema de penas y castigos, con el propósito claro de hacer que no pulule la impunidad en la sociedad colombiana.