A Mauricio Pastrana fue su esposa quien lo sacó del closet. Cuando el hombre le contó que nació con el sexo equivocado, la mujer reaccionó de la peor manera. En medio de la rabia llamó a los padres de Mauricio a contarles lo sucedido. La idea de que su esposo quisiera ser tan mujer como ella no le cabía en la cabeza y, como era de esperarse, el matrimonio llegó a su final. Mauricio, en medio del dolor que le producía el conflicto de identidad que atravesaba, se tomó un frasco de pastillas para suicidarse. Sin embargo, tuvo un momento de lucidez y a los pocos minutos vomitó las pastillas. Pensó que era mejor vivir mal siendo trans que dejar de vivir del todo.
Hoy día Ophelia Pastrana es una de las principales influenciadoras de la comunidad LGBT en el mundo. En sus redes sociales tiene una comunidad que ronda los 100mil seguidores. Publicaciones como Forbes y la BBC la han reconocido como una de las mujeres más influyentes. Tiene su propia agencia de marketing digital y vive en México, país donde se convirtió en la primera mujer trans en ser reconocida como tal en su carta de naturalización.
Aceptarse como mujer trans no fue un proceso fácil. Nació y creció en una familia conservadora. Su padre es primo del ex presidente Andrés Pastrana. Estudió en el Colegio Anglo Colombiano donde recibió una educación tradicional. Su contacto con la comunidad LGBT fue nulo durante su infancia y adolescencia. Tenía prevención hacia ello y aceptar que podía ser parte de esa comunidad que rechazaba durante los primeros años de la vida era inconcebible.
A los 28 años Mauricio Pastrana tenía una vida que muchos desearían. A los 21 se graduó de físico en la Florida Atlantic University, a los 24 se graduó de una maestría en ecometría en la Universidad de Sidney y a los 25 se casó. Le tocó aceptar que esa no era la vida que él quería, borrar todo y empezar de cero. Pero cuando lo hizo, Mauricio quedó atrás y se convirtió en Ophelia Pastrana. Eligió ese nombre por ser matronal, de generaciones pasadas, de abuelas. Mauricio estuvo toda su vida estuvo acostumbrado a mandar y eso no iba a cambiar pese a que su sexo sí lo hiciera. Además, tenía una empresa y 40 empleados a su mando. Desde ese momento se convirtió en Ophelia y cuando alguien le trata de “él” le parece una falta de respeto. Ophelia es ella.
Sin embargo, no tiene cirugía de cambio de sexo ni se la piensa hacer. Además de mujer trans, se identifica como una mujer lesbiana. En algún momento intentó estar con un hombre, pero la masculinidad le repudió. Le sigue atrayendo la feminidad propia de las mujeres que le ha atraído toda la vida. Dice que si lo suyo hubiera sido homosexualidad, no habría tenido que hacerse cirugías para ponerse implantes de pecho ni viajar hasta Corea para quitarse la manzana de Adán o haberse operado las cuerdas vocales. Habría podido acostarse con otros hombres sin necesidad de todo lo que implicó convertirse en Ophelia.
Con 36 años Ophelia Pastrana está en el mejor momento de su vida. No tiene problema en contar sus verdades a los seguidores de todas partes del mundo que están pendientes de sus vídeos en Youtube y sus posts en Instagram. Quiere que su historia sirva para que cada vez más personas acepten su sexualidad sin problema alguno. Sabe que el mundo está cambiando y quiere poner su granito de arena.