Las autoridades de la capital antioqueña se la siguen jugando por la movilidad eléctrica en la ciudad. Los altos niveles de contaminación del aire en el Valle de Aburra ha generado una alianza público-privada para promover y fortalecer las medidas medioambientales que prometan un mejor aire para los medellinenses.
Así pues, desde inicios de mayo, los taxistas paisas cuentan con estímulos para que cambien sus tradicionales vehículos de gasolina o diésel por carros eléctricos. Un incentivo de $18 millones, beneficios en ahorro de combustible, mayores ingresos por concepto de tarifas y aporte a la movilidad sostenible fueron las razones con las que se les motivó a dar el gran paso que, desde el principio, generó dudas en el gremio. Y, por si fuera poco, estarán exentos de la medida de pico y placa.
Este esquema, que se encuentra en estapa inicial, plantea una meta de 200 taxis eléctricos al finalizar julio de 2019. Para los próximos tres años se espera que 1.500 de estos vehículos, circulen por la Medellín.
“Un taxista que tenga que tanquear todos los días su vehículo debe pagar entre $50.000 y $60.000 en combustible. Si ese mismo ejercicio se hace con un carro eléctrico se puede gastar $15.000, una diferencia bastante amplia”, explicó Humberto Iglesias Gómez, secretario de Movilidad y Tránsito de Medellín.
Para demostrar la eficiencia de los nuevos taxis se ha hecho de todo. La Secretaría de Movilidad y EPM realizaron pruebas con los conductores en las rutas que diariamente recorren. La conclusión fue una respuesta óptima en los ascensos, mejor arranque y una autonomía cercana a los 300 kilómetros de recorrido por cada recarga eléctrica. Así mismo, los interesados conocieron sobre la metodología de carga en las 19 ecoestaciones (electrolineras) disponibles en la ciudad.
Los taxistas interesados en iniciar el proceso de renovación de sus taxis, pueden diligenciar sus datos aquí: https://www.medellin.gov.co/movilidad/formulario/