Cuando recién ganó Duque las elecciones, esa tarde de domingo de junio, Miguel Polo viajó desde Tolú, su pueblo, hasta el cubo de Colsubsidio donde la campaña uribista esperaba resultados. Yo no se bien que es lo que hace Polo Polo, es twittero y creo que tiene un canal de Youtube donde da clases de Economía, Religión y Filosofía con los débiles argumentos que siempre tienen los uribistas. Este pobre muchacho, de familia esforzada, sueña, como tantos pobres ignorantes con convertirse en multimillonario gracias al libre mercado. El mayor logro de Polo Polo fue haber sido personero de su colegio y luego, bueno, luego tener miles de seguidores en twitter y un trabajito de poca monta en Claro del cual, tengo entendido, lo echaron por ponerse a hacer política con la camisa de la empresa puesta.
Polo Polo es víctima de un sistema demoniaco que, a punta de desinformación, le obligan al desposeído a tener que hacer el harakiri: siempre votan contra sus propios intereses. Polo Polo deja claro en cada uno de sus post, de sus videos en Youtube que el desprecia el socialismo y el petrismo con la misma fuerza que una señora del Nogal –club al que sueña entrar- lo puede despreciar a él. Lo triste es que los pobres se parecen más a él que, por ejemplo, a Doña Luz Marina la líder de las madres de los falsos positivos de Soacha. Al fin y al cabo son los pobres los que votan. Son más baratos.
Polo Polo está bravo contra su propio y amado partido que le ha dado la espalda en su intención de ser alcalde de su pueblo. Acusó a los señorones tradicionales de su departamento y exculpó a Uribe y a Duque, con quienes no se ha cansado de tomarse selfies. El problema es que la derecha y partidos de Centro Democrático lo que quiere es que estos señores latifundistas se perpetúen, acaparen más tierras y sean más ricos despojando al pobre. Lo más seguro es que Polo Polo no cambie su postura política. Me he puesto a escuchar sus intervenciones sobre economía y, la verdad, es lamentable. Escuchar a Polo Polo me reafirma mi intención de que llegue a la presidencia alguien como Gustavo Petro que se preocupe por darle educación a los pobres muchachos que como Polo Polo están condenados a repetir estupideces y mentiras contra su propia clase social.
Miguel, si te quedaste sin partido, la izquierda te recibirá bien. Créeme que te miraremos con menos desprecio de lo que te mira señoras bien como Martha Lucía Ramírez.