Parece que una intención marcada del gobierno es desprestigiar a las universidades públicas. Para la muestra un botón, lo que dijo el fiscal: “Hay grupos armados organizados en las universidades públicas”.
Sin embargo, este no es un caso aislado, titulares como Explosiones, muertos, heridos, disturbios y censura. ¿Qué pasa en la Universidad del Valle? se pueden ver cada semana en los medios de comunicación. El lío está en que cuando a las personas se les repite este tipo de titulares, lo que cala en su mente es que las personas que nos formamos en universidades públicas somos tirapiedras, comunistas, terroristas y guerrilleros, algo alejado de la realidad.
¿Dónde está la profundidad de las investigaciones para decir que somos las personas de las universidades públicas (estudiantes, profesores o administrativos) las que estamos envueltas en estas noticias? Y si las hay, ¿cómo puede un docente o un estudiante representar a toda una universidad? Un ejemplo es la Universidad Nacional, la cual tiene alrededor de 51,300 estudiantes y 2800 docentes.
Es el colmo cómo los medios colocan titulares como este (Dos capturados por disturbios en Univalle llegan a preacuerdo con Fiscalía) para señalar a una comunidad tan grande, cuya razón de ser es el conocimiento, como sucedió hace dos semanas en la Universidad del Valle en la cual las personas capturadas no eran parte de la comunidad.
Pareciera que siempre se ha buscado reducir a través de estos titulares la importancia que tienen las universidades públicas en una sociedad, especialmente en una que es de las más desiguales en el mundo, donde para la gran mayoría estas instituciones representan la única posibilidad de cambiar su rumbo a través del esfuerzo, dedicación y estudio. No se puede olvidar que en este país estudiar en una universidad de calidad es un privilegio que muy pocos pueden tener.
Pero ¿cuál será la razón de estos ataques a estas instituciones? Como dice el documento Nacional Política Nacional De Ciencia, Tecnología e Innovación 2016-2025: “La investigación es pilar para las grandes transformaciones sociales, económicas y ambientales”. Eso es lo que realmente quieren atacar, no quieren que una sociedad tenga transformaciones sociales, porque no les conviene. Como lo mencionó Tarja Halonen: “Un pueblo educado no permite corrupto ni incompetentes”. Y eso es lo que sobra en nuestros gobiernos.
Sin embargo, la sociedad no se puede olvidar de que las mejores universidades de Colombia según sus indicadores de producción intelectual, número de maestrías y doctorados, cantidad de grupos de investigación categorizados por Colciencias, son públicas. La Universidad Nacional, seguida por la Universidad de Antioquia y la Universidad del Valle están entre las más importantes.
No es justo que se siga estigmatizando a toda una comunidad que lucha para construir una Colombia mejor. No es justo que se señalen estas instituciones como sitios de terrorismo, cuando la verdad es que son las que han llevado a Colombia a ser un mejor país y le han brindado a millones de jóvenes la oportunidad de cambiar su futuro.