Para nadie es un secreto que Roy Barreras es un camaleón en la política. El médico, poeta y congresista fue un verdadero admirador del expresidente Álvaro Uribe Vélez y un férreo defensor de la seguridad democrática, esa política del Estado perversa que carga con varios lunares encima. Uribe negociocion ees el padrino del hijo de Barreras, quien fue bautizado en la Casa de Nariño. Además, Barreras se reeligió como senador defendiendo la presidencia del jefe del Centro Democrático. Luego cambió radicalmente, pero en un mundo como el de hoy, cuando la gente escribe con ligereza en las redes sociales, cualquier palabra puede ser una condena.
Ahora Roy cambió su postura: posa de duro opositor, de crítico y adalid moral ante la defensa de paz. Pero él, un legitimador de la violencia, cree que el pueblo es desmemoriado -un poco-.