El destino de James no puede estar más comprometido después de que el Bayern anunciara que ya no contará con él en la próxima temporada. Su destino natural será el Real Madrid, club al que pertenece y en donde dirige Zidane, técnico que ya ha demostrado hasta la saciedad que no confía en el cucuteño.
La idea es que James trataría de ser vendido a como de lugar. Los únicos que podrían pagar lo que aspira el Madrid -50 millones de euros- es el fútbol chino a quien no le importaría soportar la seguidilla de lesiones que aqueja al jugador desde que llegara a su tope máximo futbolístico en Brasil en el 2014 a donde saldría goleador. En Madrid no existe entusiasmo como afirman muchos por el regreso de James, un regreso por la puerta de atrás, un regreso que significa un encarte para el Real Madrid quien tendrá que pagarle un sueldo de 5 millones anuales. El Milán se ha movido con desgano y si se mueve de Madrid será en condición de préstamo para otro equipo.
Una lástima el maltrato y la madición que parece haberle caído al mejor jugador colombiano de todos los tiempos. Lo único cierto es que en Madrid no tendrá cabida