Las ignoradas fallas geológicas de La Guajira

Las ignoradas fallas geológicas de La Guajira

Los fans del extractivismo continúan insistendo con sus megaproyectos, ignorando la existencia de aproximadamente 30 fallas geológicas en el departamento

Por: Juan Zambrano Romero
abril 17, 2019
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Las ignoradas fallas geológicas de La Guajira
Foto: Pixabay

Para contextualizar el presente artículo, durante las últimas tres décadas se ha venido perforando inmisericordemente el subsuelo de La Guajira, solo con la ambición de la expoliación de los recursos naturales no renovables de nuestro departamento. Además, se ha venido minando la parte continental y ahora se prestan a minar nuestro mar.

Todas estas acciones son atraídas por la ambición de los grandes grupos económicos del mundo que a toda costa han querido, y así lo han conseguido, someter a la toda América Latina a sus ambiciosos planes extractivistas, acolitados desde los diferentes gobiernos de turno, porque según sus mentes obtusas no hay otro modelo económico que se pueda aplicar para la sostenibilidad del país.

Para el caso que nos compromete, que es el de La Guajira, territorio que ha venido siendo expoliado de sus recursos naturales no renovables, llámese carbón y gas, hay suficientes evidencias y experiencias que desde aproximadamente tres décadas a la fecha nos muestran que nada de eso es cierto: el departamento es más pobre, obteniendo el galardón de tener los más bajos índice de pobreza, de educación, de infraestructura, de servicios públicos del país, ocupando así los últimos lugares en todos los parámetros medibles junto al departamento del Chocó.

No bastan las desastrosas experiencias que han vivido los asentamientos campesinos y étnicos (indígenas y afrodescendientes) en las áreas de influencias de la explotación del Cerrejón. No bastan las negras experiencias de que La Guajira ya no es un departamento agropecuario, sino según algunos “sabios” o más bien plagiadores de nuestro terruño, somos un departamento minero. No bastan las permanentes contaminaciones de aire, suelo, aguas superficiales y subterráneas. No basta la exterminación de nuestras fuentes de agua, como son los ríos y arroyos producto de esas explotaciones. No bastó revisar que el departamento ha sido siempre débil en el recurso agua en sus zonas de la Media y Alta Guajira. Nada de eso le bastó al gobierno nacional, ni a los dirigentes locales para poder analizar esos aspectos y haber direccionado un mejor esquema para dichas explotaciones. Nada tenía valor en ese entonces, solo era suficiente que nadie se opusiera y que nadie alzara la voz para salirse ellos con las suyas como así lo hicieron a costa de lo que La Guajira hoy está viviendo.

Hoy pretenden traernos dos nuevos megaproyectos, también extractivistas. Uno tiene que ver con el famoso fracking o fracturamiento hidráulico, que se localizará en toda la cuenca Cesar-Ranchería, y el otro es el Orca 1, que estará localizado en el municipio de Uribia. Algunos folclóricamente dicen y vociferan que a la “Guajira se le apareció nuevamente la virgen” con estos proyectos. Tamaña barbaridad. Parece que no aprendemos de las experiencias vividas. Estos proyectos son totalmente lesivos para el departamento de La Guajira, entiéndase en la parte ambiental y socioeconómica.

En lo ambiental, porque seguirán destruyendo nuestros suelos, terminando así la faena de desaparecer por completo el recurso agua por las cantidades que se utilizará en el fracking, como mayor insumo. Seguirán contaminando nuestros suelo, aire y finalmente los lodos o fluidos de regreso terminaran con cualquier sistema biótico de nuestro departamento. Y en la parte socioeconómica, estos proyectos seguirán acabando con las áreas agropecuarias disponible para tal fin, haciendo que nuestro departamento y sus gentes sean más pobre, llegándose a la miseria. Si no me creen, revisen y hagan el ejercicio de recorrer las zonas de influencia del Cerrejón, en donde las áreas que antes eran fértil para la agricultura y la ganadería en pequeña escala, hoy, son solo desolación y tristeza.

Para el caso del proyecto Orca1, el panorama es más desalentador, porque al departamento de La Guajira se le quiere posicionar como un territorio turístico, lo cual lo es por excelencia por sus hermosos paisajes y áreas costeras. El proyecto Orca 1 acabará de tajo con esas justas aspiraciones de los guajiros. Nuestro actual modelo económico es el minero-extractivista que estableció el gobierno colombiano, despojándonos del modelo económico que se ejercía en La Guajira, que era agropecuario, pesquero y comercial. Con razones muy serias y fundadas se quiere cambiar del modelo económico minero extractivista al modelo económico del turismo. El modelo turístico en el mundo ha alcanzado dimensiones exitosas, en donde muchos países viven y generan riquezas del turismo. Ejemplos hay a montones.

Así mismo, razonamos que este proyecto es lesivo para La Guajira por dos razones también: por el componente ambiental, en donde abundantes y pésimas experiencias han dejado en el mundo los desastres y explosiones de petróleo y gas que en los océanos han ocurrido, los vertimientos de los desechos producto de esas explotaciones hacia el mar, además de las constantes fugas en los sellos de las tuberías y finalmente en el transporte del combustible en todo su recorrido hacia el sitio final. Socioeconómicamente hará trizas el turismo por esos vertimientos y la muerte instantáneas de muchas especies pesqueras que han servido de subsistencia a toda la población de la Alta Guajira que es su único medio económico de existencia.

Pero lo desconcertante y me atrevo a decir que despeluznante es el comportamiento de nuestros representantes Guajiros. Aquellos que fueron elegidos por el pueblo. Aquellos, que fueron a la Alta Guajira a buscar votos y obtuvieron el favor popular y que no han tenido la gentileza, ni la dignidad de pronunciarse sobre estos temas tan apremiante para el departamento, ni de una, ni de otra manera. No han dicho “ni mu” sobre la aplicación del fracking en la cuenca del Ranchería y sobre el proyecto Orca 1 en la Alta Guajira.

Señores congresistas guajiros, si ustedes no manejan el tema, en el departamento de La Guajira hay suficientes profesionales preparados para orientarlos, para que ustedes puedan entregarles al pueblo guajiro, quien los eligió, una explicación razonable sobre estos proyectos. Para eso los eligieron, ustedes son los voceros del pueblo guajiro y a la postre siguen mudos. El gobierno nacional y algunos negociantes y/o mercaderes del petróleo y gas del país y hasta coterráneos nuestros hay (los cuales sabemos quiénes son) que defienden a capa y espada estos proyectos dizque con la verborrea de que son el “autoabastecimiento y la sostenibilidad energética” del país en los próximos 30 años. Se creen y se engañan ellos mismos al creernos tan bobos, a sabiendas que lo que están es detrás del negocio.

Para hacerle honor al título de este artículo, y contexturizando con lo arriba expresado, han obviado o ignorado la existencia en el departamento de La Guajira de aproximadamente 30 fallas geológicas de las cuales la más importante son las fallas de Oca y la falla de Cuisa. Los proyectos de fracking, Orca 1, Chuchupa, Ballenas y el del Cerrejón son proyectos extractivistas que amenazan con la estabilidad de las placas geológicas por inducción, que rodean o tienen acción sobre el departamento de La Guajira. Estas placas son de manera directa la placa Caribe y la Suramericana, e indirectamente la placa de Norte América, la placa de los Cocos y la placa de Nazca. Hay que recordar que La Guajira está catalogada como un territorio de sismicidad media por el Instituto Geológico Colombiano y Colombia es un país sísmicamente activo.

De estas dos fallas importantes, las falla de Cuisa y la falla de Oca se puede desprender que la falla de Cuisa está localizada en la Alta Guajira, generada de la interacción entre dos placas tectónicas, la Sudamericana y la Caribe, siendo esto una de las principales fuentes de amenaza sísmica en el departamento, falla esta que pasa a poca distancia de la plataforma Chuchupa. Sobre la falla de Oca está localizada en la zona media-baja de La Guajira y pasa también muy cercana al mega proyecto Cerrejón. Son dos importantes eventos que están jugando un papel preponderante en la actividad sísmica en el departamento de La Guajira. Adicionalmente a esto, se puede determinar que en la Alta Guajira existen aproximadamente 14 fallas geológicas y en la media y baja Guajira existen otras 16 fallas geológicas, que por la acción de estos megaproyectos puedan inducir a la presentación de eventos sísmicos. Es esta la reflexión y el análisis que debemos hacernos todos los guajiros. Es interesante meditar sobre el tema. ¿A qué estamos jugando?

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