De las épocas difíciles que vivió el centro de la capital paisa ya no queda rastro en sus calles. La apoteósica tarea de renovarle su aire y su energía hoy empieza a dar frutos después de varios años de intenso trabajo. La intervención de la calle Amador y el nuevo rostro que ya se puede entrever es prueba de ello.
Con esta son 53 las obras de renovación y transformación del Centro de Medellín, a las que los paisas les han invertido al menos $270 mil millones y que prometen cambiar la cotidianidad de las millones de personas que caminan por este sector a diario.
Serán 9.248 metros cuadrados más de espacio público para el peatón. La obra también conlleva renovación medioambiental y mobiliario urbano, las cuales tienen la misión saturar de verde la mayor cantidad de área disponible con especies vegetales como tangos, calateas, psitacorum, verbenas, iris africano, orquídeas, cinta, entre otros.
De acuerdo con historiadores, la calle 45 (Amador) rinde homenaje a Carlos Coroliano Amador Fernández, influyente empresario y hombre de negocios de finales del siglo XIX y comienzos del XX, a quien se le atribuye haber financiado la construcción de la plaza de mercado cubierto del barrio Guayaquil (1894), hoy plaza Cisneros o parque de las Luces.