Dentro del discurso de los medios corporativos nacionales e internacionales, se escucha con insistencia el fenómeno de lo que ellos llaman "polarización". Por dicho termino consideran a una sociedad altamente politizada, que divide su opinión en dos bandos políticos, ejemplo, el caso venezolano.
Los sectores dominantes tradicionalmente han apostado hacia la integración, la concordia, la armonía de las clases sociales;en el contexto del país, recordemos el tercer pilar del gobierno Uribe, la cohesión social, que se fundamentaba en la focalizacion y ampliación de subsidios hacia los sectores mas vulnerables ("familias en accion"). Política utilizada, en forma clientelista para constreñir a esta poblacion a votar por su partido. Ademas de lograr, a través de los parcializados medios del país, una opinión publica favorable en alto porcentaje. Basado en la constante señalizacion, persecución e intimidación a quienes pensaran diferente; resolviéndose esta situacion en un unanimismo a su favor manifestado en las urnas.
Así vemos que para las clases dominantes, la cultura política de las clases subalternas debe canalizarse en las elecciones. Cualquier otro tipo de acción política, al margen de la politiquería electorera, como la participación activa de la ciudadanía en organizaciones populares, movimientos sociales, sindicatos, lo consideran peligroso y subversivo.
Por lo tanto, no es gratis esta satanizacion de los pueblos que han adquirido una cierta educación política, como el venezolano, que hoy en día saben responder con argumentos, identifican los intereses evidentes y latentes en partidos y organizaciones, y quienes los han gobernado la mayor parte de su historia.