El poético himno de Barranquilla

El poético himno de Barranquilla

La letra de Amira de la Rosa y la música de Simón Urbina aún siguen despertando emociones entre quienes entonan este canto

Por: Leila Delgado Almanza
abril 05, 2019
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El poético himno de Barranquilla
Foto: Pixabay

De los muchos himnos que conozco de ciudades capitales y aún pueblos como el mío, el que me eriza la piel cuando lo oigo y lo entono en ocasiones muy especiales es este: “Soplaviento tierra adorada/ tienes hijos que han de luchar/ con valor hasta mirar premiada nuestra fe de patriotas sin par/ Así por tu bien tierra de mi amor/ harémoste grande no importa sufrir/ así por tu amor tierra de mi amor/ haremos grande no importa el morir”.

El himno de Barranquilla y la poesía que le dedicara Meira del Mar a su ciudad me parecen bellísimas. Más allá del ensalzamiento a sus virtudes y epopeyas, tienen una carga histórica y hasta crítica a la ciudad y su entorno, como también lo hiciera el Tuerto López con su natal Cartagena… "Con su edad de folletín, y su desaliño colonial” por supuesto se refería al inicio del siglo XX cuando aún no había llegado la oleada turística, que también le ha arrebatado sus costumbres ancestrales, paisajes, usos de sus casas coloniales y monumentos históricos y plazas, que han devenido en oficinas de grandes empresas, lujosos hoteles y medianos y pequeños hostales, plazoletas de comidas y estaderos y gentrificación de todo el centro histórico, desplazando a la población radicada allí, todo en beneficio del turismo especialmente internacional.

 

Simón Urbina es un músico colombiano nacido el 1° de mayo de 1889, en la ciudad de Colón, del departamento de Panamá, que murió el 20 de julio de 1974. Su vida fue marcada por dos fechas que la historia no olvidará: el día mundial del trabajo y el grito de independencia de Colombia. Simón Urbina, en el período histórico de la construcción del Canal de Panamá y la posterior separación de ella aupada por los intereses gringos que se apoderaron de la zona del canal, compuso la música del himno de Barranquilla. La letra la escribió la nunca bien ponderada poeta barranquillera Amira de la Rosa en 1942. Dos décadas después Doña Amira y Don Urbina debieron acoplar la factura de los versos con los acordes musicales de los para mí —lega en la materia— armoniosos acordes. Cosa de genios.

Ahora bien, muy común en la historiografía de los himnos es el hecho de que letra y música se crean en ocasiones especiales. Así pasó —qué pena la comparación— con el Himno Nacional, cuya letra ampulosa de Rafael Núñez fue posteriormente ensamblada por el músico italiano Orestes Sindice. No sé si fue por la letra —espero que no— o por la música que se cataloga como uno de los himnos más bellos del mundo comparados con la inmortal Marsellesa, la canción con la que los revolucionarios franceses se tomaron La Bastilla:

 Allons enfants de la Patrie/ Le jour de gloire est arrivé!

Contre nous de la tyrannie/ L'étendard sanglant est levé…

Ya entrados en gastos, veamos el himno de Cartagena, aún cuando confieso que es la primera vez que lo leo y escucho.

Suenen trompas en honor

de la noble e ínclita ciudad

que por patria se inmoló

con sus gestas gloriosas de libertad.

Libertad, libertad

la fe con ardor gritó

y en un once de noviembre

fue la Heroica Cartagena

quien del yugo las cadenas

cual leona fiera destrozó

 

Debo decir que es poco comparable con el de Barranquilla, a pesar de que su historia es una de la más contadas, sus héroes y mártires más conocidos y la ciudad es sede de los eventos nacionales e internacionales más importantes desde tiempo atrás.

Yendo al punto central, debo decir que el himno de Barranquilla no puede estar ajeno a lo que se estilaba en el tiempo en que fue escrito y la función que debe cumplir, ponderar lo que se considera excelso del terruño, un nacimiento glorioso y un brillante porvenir. Nuestro himno tiene algunas expresiones, versos y estrofas viéndolas desde la actual perspectiva entrados a la tercera década del siglo XXI, podíamos hacernos pensar que la autora se equivocó en sus apreciaciones, o lo que es menos malo, que en la época las cosas en la ciudad se veían de otro color y el futuro se preveía promisorio y no era para menos. Veamos el contenido de sus principales estrofas y confrontémoslo con lo que dicen serios investigadores de la realidad histórica y social de la ciudad en que partes acertó la más y en cuáles no:

Ceñida de agua y madurada al sol

Savia joven del árbol nacional

Del jubiloso porvenir crisol.

Ilusión del Caribe blanco-azul

De Colombia tendida en el umbral

Da su voz y su músculo al progreso

Barranquilla, procera e inmortal

Las dos primeras estrofas son una exaltación al entorno marino que circunda la urbe, y su visión de poeta la observa con una voz y músculo del progreso, porque por esa época ya se veían los resultados de los avances que del exterior comenzaron a ingresar por Puerto Colombia y llegaban a la ciudad, como la aviación. El correo aéreo.

Coronada de firme amanecer la conduce en sus espaldas el porvenir:

las sirenas de fábrica y taller son rumor arterial de su existir.

Esto podría aplicarse hasta mediados del siglo pasado, porque de allí hasta el día de hoy comenzaron a desmantelarse las grandes factorías que se erguían en varios polos de desarrollo de la ciudad, la Vía 40 y la Calle 30, lo que hace un canto a la bandera eso de que sabe sobre el yunque martillar. Aunque Barranquilla sabe cantar antaño como hogaño son muchas las voces e instrumentos tocados por cultores no solo de tiples y flautín. Para mencionar solo artes como la música, el canto y la poesía sin pordebajear el resto de las bellas artes, señalemos algunos de sus artistas nacidos aquí o que se arraigaron en La Arenosa: Esthercita Forero, Adolfo Echeverría, Nelson Pinedo, Luis Carlos Meyer, José María Peñaranda, Mario Gareña y Aníbal Velásquez.

La llanura dormida junto al mar, con esquilas y silbos de pastor, ve en su entraña de virgen despertar una lengua, una sangre y una flor.

Aquí comienzan varias estrofas que se refieren en forma bella y concienzuda a los orígenes de nuestra urbe:

Barrancas de San Nicolás con el Magdalena detrás. Sin caballos de guerra y sin hazaña, sin el indio tambor interrumpir, bajo el Cuarto Felipe, Rey de España, Pedro Vásquez ordena tu vivir.

 Detengámonos un poco en estas para desvirtuar de una vez por todas el mito de la fundación por ganaderos de Galapa que llegaron aquí en una sequía del vecino poblado: el geógrafo-histórico José Agustín Blanco, oriundo de Sabanalarga. La labor de Blanco permitió conocer de forma precisa los reales orígenes de Barranquilla y reconstruyó gran parte de la memoria histórica, la demografía y el mestizaje del departamento del Caribe colombiano desde la Colonia, a través de su estudio de diversos documentos del Archivo General de la Nación.

Con sus pormenorizadas investigaciones pudo descubrir que Barranquilla no fue fundada por unos ganaderos de Galapa, como escribiera Domingo Malabet en un opúsculo publicada en 1878 bajo el título Resumen histórico de los terrenos del distrito de Barranquilla, sino que la ciudad surgió de manera espontánea por el poblamiento de personas libres a partir de 1560. La obra del maestro José Agustín Blanco Barros El Norte de Tierradentro y los orígenes de Barranquilla, profuso estudio de documentos auténticos, aclara el origen de la ciudad, tesis a la que se adhiere tras profundizar en los planteamientos del historiador norteamericano Theodore Nichols, en su obra Tres Puertos de Colombia: Cartagena, Barranquilla y Santa Marta, 1940. Tres son los principales argumentos de estos historiadores que refutan claramente el mito de la fundación por vacas sedientas galaperas:

  • Galapa era una encomienda y según se colige del estudio de esta institución colonial los indios encomendados a un español, no eran libres, no tenían ganado mayor.
  • Los encomendados no podían desplazarse por fuera del límite de la encomienda, estaban atados a la tierra y eran siervos del encomendero al que servían y quien les otorgaba unas parcelas de labradío donde podían establecer sus viviendas y se encargaba de su adoctrinamiento en la fe católica.
  • Por lo tanto, los encomendados no eran pastores de rebaños nómadas que pudieran salir lejos a llevar su ganado a pastorear. Más de un centenar de documentos auscultados por el geógrafo-histórico José Agustín Blanco Barros lo corrobora

Así pues Barranquilla sí tiene historia que comienza alrededor de 1627, año en que probablemente fue fundada la hacienda San Nicolás, mucho más tarde que la mayoría de las principales ciudades colombianas que datan de comienzos del período colonial.

En algunos de los documentos estudiados por el maestro José Agustín Blanco Barros, reseñado en su obra El Norte de Tierradentro y los Orígenes de Barranquilla 1987, aparece mencionado al señor Pedro Vásquez Bueso, que menciona De la Rosa en esta estrofa del himno. Vázquez Bueso era un español que en el año 1637, le comprara de la Hacienda San Nicolás seis caballerías a don Nicolás de Barros; por los años 1660 y cuatro caballerías a doña Josefa de Simancas. Residenciado allí al parecer fue uno de los impulsores de la organización urbana del sitio de libre y por eso es mencionado en el Himno de Doña Amira, coincidentes las fechas con el reinado de Felipe IV.

Ya para 1774 en la obra de Don Agustín Blanco, cuando relaciona las poblaciones del departamento de Tierra Adentro, en la página 25 aparece Barranquilla entre Galapa y Malambo, diciendo de la primera que es un “sitio de indios” agregado a Baranoa con 451 almas (habitantes) 51 familias cristianas y 28 esclavos. De Barranquilla se dice que es “Sitio de libre, a orillas del caño del río. Habitada por 399 familias 1.153 almas y 51 esclavos. Señala que tiene iglesia parroquial decente de piedra madera y teja. ¿La Iglesia de San Nicolás? Y 30 esclavos.

Con respecto a Malambo, solo dice que es un pueblo de indios con 528 almas de confesión.

En sus primeros días, la ciudad creció lentamente. Estaba formada por artesanos, navegantes, transportistas y comerciantes. Durante el período colonial, la ciudad conoció una gran actividad comercial relacionada con el contrabando lucrativo. Desde finales del siglo XVIII ganó importancia como puerto fluvial gracias a su ubicación geográfica; capta el comercio a expensas de puertos más pequeños. Es proclamada villa el 7 de abril de 1813 por el gobernador del Estado Libre de Cartagena, Manuel Rodríguez Torices, antes de obtener el título de ciudad en 1857. Durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX comenzó su considerable expansión en todas las áreas, tanto a nivel demográfico como económico, convirtiéndose en la tercera ciudad industrial más grande del país. En Colombia, es considerada como pionera en diversos sectores como aviación, servicios públicos y proyectos de urbanización.

Luchando por Colombia libre y grande diste gajos de sangre y de valor. Tu bandera de luz sube y expande el sentir del triunfal Libertador.

Según Wikipedia en la Independencia, los habitantes de Barranquilla tomaron partido por el movimiento independentista criollo. En 1812, el general Pierre Labatut atacó y venció a los realistas que se encontraban en Sitio viejo y Sitio nuevo. El 7 de abril de 1813, fecha que se institucionalizó más tarde como el día de Barranquilla, el Presidente-Gobernador del Estado Libre e Independiente de Cartagena de Indias, Manuel Rodríguez Torices, otorga a la población el título de villa con corregidor letrado (alcalde ordinario) y municipalidad (ayuntamiento), capital del departamento de Barlovento o Tierradentro, en reconocimiento del valor y patriotismo del pueblo por su apoyo en la defensa de la independentista Cartagena de Indias en su lucha contra la realista Santa Marta. En 1815, Joaquín Vallejo, rico comerciante extranjero, sostuvo con su propio capital un batallón durante tres meses. Al acercarse a Barranquilla las fuerzas españolas al mando del coronel Valentín Campan, sus habitantes pusieron resistencia pero fueron vencidos. El 25 de abril de 1815, la población fue atacada y tomada por las tropas realistas, que además acabaron con el batallón de Joaquín Vallejo. Barranquilla fue centro de las operaciones militares de los republicanos de 1820 a 1821.​ El 10 de octubre de 1821 fue expulsado el último reducto español de Cartagena de Indias, a la sazón, capital del Estado Soberano de Bolívar, al que pertenecía Barranquilla. Ese mismo año, la entonces Villa tuvo su primer alcalde, Agustín Del Valle, quien cumplió sus funciones en su propia residencia, la cual fue convertida en cuartel del ejército en 1879.

Tierra madre, lujosa de matriz, que a tus hombres enseñas tu tesón, la honradez de la yuca y del maíz”.

Bueno, esto es verdad para el común de la noble población barranquillera. Falta ver si lo es para la nueva clase dirigente que se ha apoderado de la ciudad, no precisamente sembrando yuca y maíz. Averígualo Vargas…

Tajamares de Bocas de Ceniza, Cuchilladas del río sobre el mar

al Caribe central colombianiza su robusta aptitud de navegar.

Hacer de Barranquilla puerto de río y de ,ar fueron ínfulas de la clase dirigente de convertir la ciudad en puerto sin tener las condiciones naturales para ello. Barranquilla es la desembocadura del Río Grande de la Magdalena, como tal es la parte principal de su delta a donde llega todo el sedimento que recoge el río en su recorrido por buena parte del país. Pero no está sobre bahía como Santa Marta, y Cartagena en el Atlántico o Tumaco y Buenaventura en el Pacífico ni era puerto natural como Puerto Colombia.

El cuestionado puerto de Barranquilla necesita de dragado permanente que cuesta mucho y el mantenimiento sempiterno de los Tajamares que como el verso lo dice son “Cuchilladas al mar” con todo lo patético. ¡Y a qué costo esto! Esto significó haberle quitado su carácter de puerto al vecino Puerto Colombia y dejar deteriorar el larguísimo muelle del Viejo Puerto —en su época catalogada como una imponente obra de la ingeniería civil en cabeza del Ingeniero Cubano Francisco Cisneros—. Puerto que solo estaba media hora por vía férrea de la ciudad y que ahora no es un atracadero de barcos, sino atracadero de personas como lo dice en su bella y nostálgica canción al Viejo Puerto Lamento Naufrago del compositor soledeño Rafael Campo Miranda. Esta canción cuenta con muchas versiones la mejor de las cuales a mi parecer y la más popular es la de la Orquesta venezolana de Chucho Sanoja con su voz cantante Chico Salas. Para concluir dejo a consideración del lector la primeras y última estrofa del bello Romance de Barranquilla, escrito por Meira del Mar, que dejo para otra ocasión diseccionar (aunque obra tan bella sería un sacrilegio hacerlo por persona que lo que mejor ha escrito son letanías de carnaval).

Porque nació frente al alba y en el sitio de la brisa/le dieron un nombre claro de flor o de lluvia fina / Un nombre para decirlo en medio de la sonrisa, enamorados los ojos y el corazón: ¡Barranquilla!

Porque nació frente al alba, y el alba fue su madrin. /Le dio aquel nombre que pide, para decirlo, sonrisa… El nombre que puede ser de flor o de lluvia fina, y que también lleva el Ángel de júbilo: ¡Barranquilla!

 

Bibliografía

José Agustín Blanco. El Norte de Tierradentro y los Orígenes de Barranquilla. 1987.

Domingo Malave. Resumen histórico de los terrenos del distrito de Barranquilla.

Theodore Nichols. Tres Puertos de Colombia: Cartagena, Barranquilla y Santa Marta, de finales 1940

Obra Completa de Agustín Blanco Barrios. Compilación de Jorge Villalón, Universidad del Norte.

Jorge Villalón y Alexander Vega (Editores) Memorias: Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe On-line version, ISSN 1794-8886 Memorias no.15 Barranquilla July/Dec. 2011. José Agustín Blanco. Obras completas - Tomo I
B450

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