Han pasado los años y si existe un grupo que extrañamos en Colombia es Caifanes. Vinieron en el 2012 para un Estereo Picnic creo. La recepción fue muy mala. Venían estrenando disco. Nadie les paró bolas. Decían que Saúl Hernández estaba acabado, que las operaciones en la garganta le acabaron la voz. Que eran unos muertos insepultos. Siete años en la era de las Redes Social es una eternidad. La expectativa que ha generado la banda mexicana ha sido la gran sopresa del año. Yo creo que ni siquiera los organizadores esperaban una respuesta tan arrolladora.
Como si fuera cualquier grupo de reggetón, Páramo Producciones anunció ayer una segunda fecha. El Movistar Arena les quedó pequeño. Así que, después de agotarse la boletería para el 15 de junio, un día después se anuncia una nueva fecha y las boletas ya vuelan en internet. Si existe un público fiel es el de los bogotanos a Caifanes. El nervio del volcán marcó a toda la generación de noventeros que sólo traicionábamos a Nirvana y Alice in chains con la ranchera rockeriada de la banda creada por Alejandro Marcovich hace más de 30 años.
Entonces el 16 de junio se abre una nueva oportunidad. Estará en casa, en su casa. El promedio de edad será un poco más alto pero los cuarentones, muertos de la nostalgia, prometemos la misma energía