Luego del desacato del presidente Duque, por mandato del expresidente Álvaro Uribe, a la Corte Constitucional al haber objetado el proyecto de ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz, el pueblo digno de Colombia colmó las plazas públicas y en un solo grito llamó a “iluminar la JEP”.
En la capital colombiana la cita fue desde el Planetario hasta llegar a la Plaza la Bolívar. Allí confluyeron distintas personalidades de la vida política, con diferentes ideologías, pero con el firme propósito de defender lo pactado en La Habana. Exnegociadores del gobierno y de las antiguas Farc-Ep, congresistas de diversas colectividades, académicos, líderes sociales y comunidad en general le manifestaron al gobierno que lo pactado se respeta.
La ciudadanía escogió las calles como centro de pelea por excelencia. Es allí donde la ultraderecha del Centro Democrático no ha podido y donde el pueblo ha hecho respetar el acuerdo de paz. Así sucedió luego de la derrota del sí en el plebiscito, cuando en la crisis política que inundaba al país, la juventud colombiana decidió acampar en la misma plaza que ayer se llenó para defender el derecho supremo de la paz.
El pueblo en su expresión democrática, sin representantes, a voz propia y uno a uno le dice al mandatario mandado y al Congreso de la República que se respete el proyecto de ley estatutaria de la JEP y que se apruebe de una vez. Ya pasó el control constitucional de la alta corte, tiene la legitimidad de un pueblo en las calles, de un Congreso que lo aprobó y no se puede echar para atrás por la mezquindad y el miedo que le tiene el expresidente Uribe a esta justicia que busca hacer lo que no consiguió la justicia ordinaria: otorgar verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición a las víctimas de este largo conflicto colombiano.
En las calles, el pueblo digno defiende el derecho supremo de la paz, rodea los acuerdos de paz y abraza la JEP.