Todo merece una reflexión ardua a propósito de los preacuerdos entre el gobierno nacional y algunos voceros estudiantiles el año pasado.
En el 2016, con el Enel (Encuentro Nacional de Estudiantes de Licenciaturas) que tuvo lugar en la Universidad de Caldas se realiza una revisión general de la situación de la educación superior en el país con énfasis en las particularidades de las universidades asistentes al encuentro. El panorama fue desalentador, es por ello que los estudiantes asistentes al encuentro deciden desde un primer momento poner de manifiesto la necesidad de convocar a todos los estudiantes a un gran encuentro nacional de estudiantes de la educación superior. Por consiguiente, ese mismo año después del Enel se empieza a bajar las discusiones en las diferentes universidades, mediante asambleas, consejos estudiantiles, espacios de discusión, respecto a la paupérrima situación de la educación superior en el país.
Dado lo anterior en el 2017 se empieza a enriquecer las discusiones respecto a las condiciones en las que se encontraban las diferentes universidades del país, su situación presupuestal y de autonomía universitaria. Un año lleno de asambleas permanentes en diferentes universidades, paros, movilizaciones, contexto que permite que cada vez más hubiera un acercamiento que lograra una coalición de estudiantes universitarios en el país. Para finales de este año se realiza una reunión distrital de estudiantes de la educación superior que tuvo lugar en la Universidad Pedagógica Nacional (en épocas de paro del claustro universitario, octubre.noviembre del 2017) en esta reunión se concreta un encuentro distrital ampliado para el mes de noviembre del mismo año, con un llamado al análisis y diálogo respecto a la situación de la educación superior en el país. Al encuentro distrital ampliado acataron el llamado varios líderes estudiantiles de diferentes universidades del país, el encuentro se desarrolla en la Universidad Pedagógica Nacional y en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. En el encuentro distrital ampliado se determina como consenso general la fecha del Enees 1.0 (Encuentro Nacional de Estudiantes de la Educación Superior) para las fechas de marzo del 2018 como medida prioritaria, el cual tendría lugar en la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá.
Para marzo del año 2018 con total éxito se lleva a cabo el Enees 1.0 (Encuentro Nacional de Estudiantes de la Educación Superior) y ahí se determina fortalecer las discusiones en las diferentes universidades del país para volver a encontrarse en septiembre del 2018 en la Universidad de la Amazonia en un Enees 2.0.
Habían dos objetivos claros para el Enees 2.0 el primer objetivo se basaba en conformar una plataforma organizativa y el segundo objetivo se basaba en realizar el pliego de exigencias dirigido hacia el gobierno nacional. Con total plenitud y cumpliendo de los objetivos se lleva a cabo el Enees 2.0 en la Universidad de la Amazonia (Florencia, Caquetá) para septiembre del 2018, se concreta el pliego de exigencias por parte de los estudiantes de la educación superior hacia el gobierno nacional y se conforma la plataforma organizativa Unees (Unión Nacional de Estudiantes de la Educación Superior).
Por consiguiente, lo anterior es bajado a los estudiantes de todas las universidades del país y en consenso general de la base estudiantil se decide entrar en cese de actividades a nivel nacional. Después de dos meses de paro el gobierno se sienta a dialogar con algunos voceros estudiantiles y llegan a la conclusión de unos preacuerdos.
Para este 2019 se vienen a revisar estos preacuerdos que deben ser analizados por la base estudiantil para determinar si lo aprueban y cuál es el paso a seguir, la base estudiantil lo debe determinar en su órgano de mayor decisión como son las asambleas estudiantiles y compilado en el órgano de mayor decisión de la Unees como lo es el Encuentro Nacional de Estudiantes de la Educación Superior.
Recordemos los 10 puntos que conforman el pliego de exigencias de los estudiantes universitarios:
1). Incremento presupuestal de 4.5 billones de pesos para las instituciones de educación superior públicas del país.
2). Reliquidación de las deudas con el Icetex con tasas reales de interés del 0%
3). Congelar el costo de matrículas en las instituciones de educación superior de carácter privado
4). Aumento del presupuesto de Colciencias en un 100%. Llegaría a $700.000 millones de pesos
5). Plan de pago de la deuda histórica (15 billones) que tiene el estado con las universidades públicas.
6). Mantener los recursos, misión y visión del servicio nacional de aprendizaje (SENA)
7). Derogación de la ley 1911 de financiación contingente al ingreso y la construcción de una nueva regla fiscal
8) Respeto por la autonomía universitaria
9) Derogar la ley 1740 (inspección y vigilancia) y el decreto 1280 en tanto normativas que cercenan la autonomía universitaria
10) Respeto y garantías para la movilización
¿Por qué lo anterior?
Proletarización de la educación pública universitaria; la etapa de congelamiento presupuestal por parte del estado hacia las IES (Instituciones de Educación Superior) públicas data del año 1993, este congelamiento obligó a las IES públicas a la autogeneración de recursos a través de la venta de servicios, el aumento de matrículas, adquirir créditos con los bancos, alianzas público-privadas, entre otros, llegando a un 52% de autofinanciación de las universidades públicas en un promedio nacional. Según el SUE hasta el 2018 las 32 universidades públicas del país atraviesan por una situación económica crítica reflejada en un déficit histórico acumulado en funcionamiento de 3.2 billones de pesos y 15 billones de pesos en inversión. Las universidades públicas para poder subsistir se ven obligadas a vender su soberanía territorial al sector privado por medio de alianzas como las APP (público-privadas),entre otros, lo que significa la enajenación del claustro universitario a manos de intereses privados, promoviendo la apertura neoliberal a la cual el estado ha sometido la educación superior del país sumiéndola en la mercantilización, educación sujeta a las dinámicas del mercado (oferta-demanda) y por ende al lucro de los sectores privados que ven en la educación un servicio en detrimento al derecho que tenemos todos los colombianos de acceder a la formación académica en instituciones públicas. Adicionalmente, el irrespeto a la autonomía universitaria mediante reformas, resoluciones, decretos, que constantemente violan la autodeterminación de las IES.
La situación de las instituciones de educación superior públicas y en general de la educación superior en el país suscita nuestra reflexión constante. La desfinanciación y la falsa autonomía universitaria han traído consigo el preocupante estado físico-estructural de las instituciones de educación superior públicas, la falta de recursos sesgan la investigación y el desarrollo de la formación académica. La falta de recursos, la violación de la autonomía universitaria a la que el estado ha condenado a las IES públicas de nuestro país es la evidencia de los efectos colaterales que produce la falta de inyección de recursos públicos y el irrespeto a la academia de su libre autodeterminación. No es secreto que la situación tan precaria de las IES públicas en el país conduzca a la desaparición paulatina de los claustros educativos de carácter público, ya que factores fundamentales tales como la financiación plena por parte del estado y el respeto por la autonomía universitaria garantizan la existencia de la universidad pública, pero nada de lo anterior se cumple incluso con leyes constitucionales establecidas que obligan al estado a cumplir su responsabilidad como garante del derecho a la educación y su plena financiación.
Es importante analizar lo anterior, ya que reducir las oportunidades para que los jóvenes en el país accedan a la educación superior es hacer prevalecer la inequidad en el país, así que a reflexionar porque la plata de los impuestos de los colombianos en un gran porcentaje debe destinarse a la formación académica, ciudadana de los jóvenes en el país, para superar la inequidad y por ende aguarde un futuro mejor para la sociedad colombiana.
Finalmente, cabe recordar que las exigencias tienen una bandera que se agita con cada movilización estudiantil y esta es la educación como derecho fundamental en Colombia, para lograrlo se requiere de voluntad política por parte del gobierno, voluntad que se basa en abarcar cada uno de los puntos mencionados en el pliego de exigencias mencionado.