El pasado 19 de febrero fue inaugurada oficialmente Bogotá Auctions, con su primera subasta llamada ‘Arte colombiano y latinoamericano moderno’, la cual tuvo lugar en el Museo del Chicó, en el norte de la capital colombiana, y a la que asistieron cerca de trecientas personas. En esta subasta se incluyeron obras de 41 artistas, entre los cuales se destacaron las pinturas de Juan Antonio Roda y Liliana Porter.
La subasta cuenta con un catálogo en el que se pueden encontrar fotografías de todas las obras que hicieron parte de este evento y la información correspondiente de cada una de ellas.
Previamente a la consolidación de Bogotá Auctions, en Colombia ya se realizaban subastas, pero estas eran con fines de caridad. Bajo la premisa de que en el país no existía ninguna casa de subastas, se materializa este proyecto que había sido concebido desde hace dos años, el cual se desarrolla en el momento adecuado, como lo sugiere Timothée de Saint-Albin, cofundador y gerente general de Bogotá Auctions, quien considera extraño que Bogotá se tardara tanto tiempo en tener su propia casa de subastas. “La idea de Bogotá Auctions surge porque en un país como Colombia, donde hay un importante mercado del arte, es normal que exista una casa de subastas”, afirma de Saint-Albin.
Bogotá Auctions es considerada por sus fundadores Pilar Cabrera, Camilo Chico Triana, José Darío Gutiérrez, Timothée de Saint-Albin y Benjamín Creutzfeldt, como un proyecto a largo plazo, el cual de Saint-Albin percibe como un medio rápido y efectivo para la venta y adquisición de arte, que nace con la visión de ser sostenible y duradero.
Esta casa de subastas busca un crecimiento paulatino, que les permita ampliar las categorías de los objetos a subastar. De acuerdo con de Saint-Albin, ellos esperan expandirse lo suficiente para poder incluir en sus catálogos autos antiguos, y para aumentar la cantidad de obras a subastar.
La idea de la creación de una casa de subastas de arte en Colombia ha tenido una buena acogida por parte de algunas personas que se desenvuelven en este medio. Así lo cree Olivia Miranda, artista plástica de la Universidad Nacional de Colombia, becada por la Unesco, y quien actualmente hace parte del colectivo ‘La Novia del Viento’, presentado en el Museo de Arte Moderno de Medellín. “Bogotá es una ciudad que tiene muchos movimientos culturales, por lo que esta casa de subastas puede llevar a la gente a invertir en obras de arte y también ayudar a los artistas contemporáneos –dice Miranda–además, es importante apoyar el arte, para que las personas lo comprendan y tengan contacto con ella”.
Al mismo tiempo, hay personas que se encuentran en una posición un tanto crítica frente a la conformación de Bogotá Auctions. Luz Edilma Ruiz, gerente general de Gestionarte, gestora cultural independiente y experta en exposiciones de arte, cree que “la formación de Bogotá Auctions puede llegar a ser positiva, siempre y cuando, ellos cumplan con una labor educativa y también generen divulgación del arte nacional a nivel latinoamericano; que no se convierta en algo netamente de ganancias, sino que ayude a que los artistas colombianos sean conocidos en el exterior”.
Debido a la falta de experiencia en Colombia acerca del mundo de las subastas, Bogotá Auctions ofrece en su página oficial un glosario que contiene los términos claves que son utilizados en estas. Dichos conceptos le brindan la oportunidad a quienes estén interesados en formar parte de estos eventos, de familiarizarse con las principales expresiones que se manejan en las subastas. Algunas de las palabras que se explican allí son: lote, postor y martillo. Este último no es solo la herramienta que se utiliza para dirigir la subasta, sino que también se usa como un sinónimo de subastador en algunos países latinoamericanos.
En Bogotá Auctions el subastador es Benjamín Creutzfeldt, además de ser el encargado de las comunicaciones. Él trabajó durante cinco años en Christie’s, una de las casas de subasta más importantes en Londres.
Asistir a las subastas que organiza Bogotá Auctions es relativamente sencillo, según lo afirma Creutzfeldt, quien sostiene que aquellas personas que se encuentran interesadas en participar en estos eventos, solamente deben registrarse en la página web de la casa de subastas y llenar un formulario, para así recibir un número de paleta. Asimismo, existe la posibilidad de que las personas se registren para pujar por teléfono o por escrito. “Es absolutamente abierto –dice Creutzfeldt–, pero nosotros preferimos asegurarnos de que las personas sí son capaces de comprar, porque en la subasta el resultado final depende de los participantes que pujan por un lote, sin embargo, cualquier persona que se encuentre interesada en una pieza puede registrarse y hablar con nosotros ”.
En términos generales, Creutzfeldt sugiere que la primera subasta de Bogotá Auctions tuvo resultados positivos y una buena acogida, por lo que se encuentra optimista frente a la próxima subasta que será realizada el próximo 11 de junio de este año.