Es innegable la importancia que han adquirido las redes sociales en la comunicación del mundo de hoy. Esta es tal vez la mayor diferencia del actual proceso de globalización con otros que han ocurrido en distintos momentos de la historia. Twitter se ha convertido en una de las formas rápidas y de amplia cobertura de plantear temas, reacciones e ideas que son compartidas por millones de personas. Sin embargo, como todo, deben existir unas reglas mínimas así non sean explícitas sobre su uso. Se ha convertido en el medio de comunicación de los gobernantes, hasta el punto que es necesario analizar cómo y cuándo Twitter es la mejor forma de divulgar determinadas decisiones, especialmente aquellas que provienen del gobierno y que afectan millones de personas.
Una cosa son las opiniones de individuos, incluyendo la de algunos personajes como el expresidente Uribe que no se inhiben para decir lo que piensan, y otra definitivamente son los tuits que son directrices de gobierno o, explícitamente, políticas públicas. Es precisamente en la forma de comunicar estas últimas donde el gobierno en cabeza del presidente Duque pasa los límites en el uso de este medio.
En un tema que ha levantado ampollas, como es la eliminación de subsidios para los sectores pobres del país, el presidente Duque salió a echar para atrás la intervención de otros de sus funcionarios: el turno fue para el ministro Carrasquilla y la directora del DNP Gloria Alonso. Tras la avalancha de críticas por diversos medios de comunicación en las que se citaban sus promesas como candidato, el presidente reversó la eliminación del subsidio de energía para estrato 3 y la reducción al 40 % al estrato 2 y a 50 % el estrato 1. Y lo hizo en un tuit.
Duque desmontó la reducción de los subsidios al estrato 3
en las redes sociales que es lo que no debe hacer el gobierno:
improvisación, desautorización a sus funcionarios, y mostrar su cara populista
No es un tema menor porque sin duda le desbarata las cuentas a quienes lo propusieron en el proyecto de ley del Plan de Desarrollo. Según los cálculos del propio gobierno, podrían dejar de gastar 700.000 millones de pesos solo con la eliminación del subsidio al estrato 3. Pero como su eliminación por medio de un tuit sería ampliamente recibida porque según la FM, este subsidio al beneficiar 3 estratos le llega fácilmente al 85 % de la población, sugiere una intensión claramente populista por parte del primer mandatario. Lo que demuestra esta forma facilista de comunicar una estrategia de gobierno son varios hechos graves. O el presidente Duque no midió las consecuencias de lo que dice el Plan de Desarrollo de su gobierno, lo cual es muy serio, o al ver las reacciones, en su afán de quedar bien con todo el mundo, sin ningún análisis y sin buscar alternativas—como reducirles los subsidios a los más ricos—, lo desmontó de la manera más simple posible. Lo hizo en las redes sociales que es exactamente lo que no debe hacer el gobierno: improvisación, desautorización a sus funcionarios, y más grave aún, mostrar su cara populista.
Pero no fue el único tuit En otro, de una cadena de tres, el presidente hizo pública la eliminación del aumento a las —de por sí altísimas— retenciones a trabajadores independientes. ¿Qué queda por decir? Parece que no existieran medios de alocución oficiales o eventos en los cuales pueda pronunciarse el presidente, poniéndole la cara a los colombianos, diciéndoles de frente y a viva voz sus intenciones de proteger a la población contra la inequidad y de corregir, otra vez, a sus funcionarios. Esto generará grandes dudas a muchos frente a lo que va a terminar pasando con el Plan de Desarrollo, por ejemplo, y sobre la postura real del gobierno al respecto.
Definitivamente el futuro llegó y debemos ponernos al día con los cambios tecnológicos que esto conlleva. Pero primero mi primaria, como canta el dicho. La política económica se maneja en medios oficiales, no por redes sociales con frases de menos de 280 caracteres. Aunque si no se quiere llegar a estas instancias, más vale mejorar la comunicación entre el equipo del gobierno.
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