“El no habernos arreglado con Santander nos ha perjudicado a todos” escribió Simón Bolívar en sus últimas horas de vida al militar Rafael Urdaneta, después de haber logrado desterrar satisfactoriamente a los españoles en sus intentos de reconquista de nuestros territorios, pero con la amargura de no conseguir la unidad de los comandantes del territorio de la entonces disuelta Gran Colombia, que hoy corresponde a Venezuela, Colombia y Ecuador.
Ahora bien, es una aberración comparar a Nicolás Maduro con Simón Bolívar y tal vez esté creyendo que las palabras del libertador se le acomodan exactas a la horma de su zapato en estos momentos cuando en el año de 1826 dijo: “El presidente de la República viene a ser en nuestra constitución, como el sol que, firme en su centro, da vida al universo. Esta suprema autoridad debe ser perpetua; porque en los sistemas sin jerarquías, se necesita más que en otros, un punto fijo alrededor del cual giren los magistrados y los ciudadanos, los hombres y las cosas”... Y entonces por lo tanto, viene optando por hacer necesario instalar una dictadura para mantener a la Nación grande y lejos del peligro.
Somos conscientes casi todos de que este ''sol'' no puede seguir alumbrando a Venezuela, este ''sol'' la ha venido quemando... Se le fue la mano irradiando ráfagas en contra de su propio pueblo y solo es el centro de un conflicto que se le hizo inmanejable; pero él insiste en seguir dándole vida a un proyecto que torpemente ha desmembrado.
A tiempo, hace tiempo, ha debido encauzar al país de otra forma, sin renunciar al proyecto socialista heredado por Hugo Chávez... Este ''sol'' no ha debido permitir tampoco las manos oscuras y corruptas de elementos y organizaciones tenebrosas de otros países, que al fin no ayudaron a darle la correcta forma y consolidación al sueño grande; sino que lo contaminaron.
También hace tiempo ha debido reconocer que estaba metido en camisa de once varas para tener la decencia de ceder el timón que le quedó grande a otro y otros más capaces, evitando hacer zozobrar el proyecto político que se vino gestando desde la historia libertadora del gran Simón Bolívar. Sin embargo, insistió en sus errores y el sueño de libertad, autonomía e independencia con miras a una Patria Grande que le fue encargado se convirtió para el hermano país y la región, en una pesadilla...
Hoy es necesario escoger y defender de entre este mal y otro que no sea el peor, como es el de permitir que Venezuela y a la vez la región sea entregada a los designios de los nuevos colonizadores y conquistadores de economías y recursos como EE.UU., que esperaba ansiosa como buitre, este momento, para darse el banquete en su traspatio y dar muerte a las intenciones y avances de la Patria Grande gestada desde la historia de Bolívar.
Todo está servido con la ayuda de sus hermanos colombianos... Pudimos sacar a los invasores españoles y en cambio a estos les servimos de trampolín, como entrada principal para su festín, sin calcular que al mismo tiempo nos estamos sirviendo de plato fuerte junto con toda la región...
El buitre tiene mucha hambre nos necesita para seguir sosteniendo su dieta sin límites. ¿No es su lema el de hacer engordar a América con los recursos de los países para volver a hacerla grande otra vez?
Volviendo a las comparaciones es una aberración también comparar a Iván Duque con ''el hombre de las leyes y el organizador de la victoria'', el general Francisco de Paula Santander, cuando Duque apenas alcanza a ser mayordomo del comandante, del representante mayor del imperio norteamericano: el expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez (el seudogobernante escogido por el imperio invasor del norte, para sus asuntos en este lado del continente) un gobernante mezquino y guerrerista que ha llegado y se sostiene fuerte en el poder, vendiendo la idea a Colombia —como todo fascista— de que es nuestro Mesías salvador, que nos protegió y sigue protegiendo de los peligros de proyectos políticos diferentes para los que él trabaja...
Con Duque es tan difícil hacer cualquier comparación con Santander, uno tan comprometido con los ideales y el pueblo y otro rastrero comprometido con su ego y con su maestro Maquiavelo...Iván Duque es irrelevante como pensador y hasta como estratega porque él únicamente sigue indicaciones… Es solo una pantalla, un holograma del mencionado político verdaderamente clave en Colombia...
En un intento que cuesta mucho al cerebro, podríamos decir que a Duque desde el poder ejecutivo, las leyes le sirven solo para violarlas, traicionarlas y manipularlas al acomodo de los intereses de su patrón: el patrón del mal, no de Escobar; del otro ya mencionado... Por eso en el poder judicial sostiene a un fiscal corrupto que hasta tiene un mote despreciable y vergonzoso dentro de Colombia: alias ''cianuro''... Tampoco coincide con el general Santander en las ideas que tuvo para mejorar la industria, impulsar la agricultura y en cuanto a la industria minera... Duque sigue defendiendo la idea de que esos recursos y explotación, son un regalito que hay que seguir prodigando; ya no a los españoles, sino a las corporaciones y multinacionales occidentales que se las cargan en un porcentaje aterrador, dejando regalías miseria, que se pierden en los bolsillos de sus secuaces gobernantes de su colectivo político y de los anteriores, porque esa ha sido la constante en la historia de Colombia, ser gobernados por los descendientes de los apellidos de los criollos pudientes!!
Tampoco coincide con su visión de la necesidad de la educación para el progreso, ni la formación de escuelas. Al revés, se ha ido ''lanza en ristre'' contra esta y los estudiantes que no sean de las élites universitarias de corte y formación neoliberal y fascista
Santander creía que los gobernantes se debían estricta y sagradamente a cada uno de los hombres que componían el pueblo, que primero estaba la observancia correcta de las leyes antes que los elementos que pudieran corromperlas, por eso dejó de ser masón.
Esta lista podría extenderse hasta llenar libros que terminarían siendo como expedientes de toda nuestra ralea política, que a propósito de ''expedientes'' ni a eso tendrá derecho Colombia, porque nuestra historia está por ser borrada de los archivos de memoria histórica... Como quien dice: que ni a saber la verdad tendrán las generaciones futuras...
En cuanto a que Duque sea también el ''organizador de la victoria'' como Santander... ¡Ay por Dios! Ya sabemos para lograr que victoria trabaja: la victoria de ir a por Venezuela para entregársela a las manos del saqueador...
Definitivamente lo único muy parecido Santander a Duque es en la traición a Bolívar... Y pensemos ahora a Bolívar como un proyecto y a Duque como una ficha entrometida y maléfica que le tocó por azar del destino o como un ''bajo astral'' entrar en escena de la trama del supremo mesías maquiavélico que mal nació en Colombia, el innombrable que ya nombramos.
Colombia en manos del fantoche, títere del neoliberalismo salvaje y de quienes mueven sus hilos, está jugando el deplorable y más indigno papel de traición a la Patriagrande de toda su historia.
¿Por dónde andará Bolívar? se preguntaba frecuentemente José Martí en medio de sus comunes angustias y anhelos con el libertador...
Hoy nosotros, los que creemos aún en ese mismo proyecto como algo más que un sueño y anhelo, estamos inmersos también en la angustia que mortificó estos espíritus libertarios y nos preguntamos, ¿en dónde estará el nuevo mejor Bolívar y el nuevo y mejor Santander que quiera luchar el mismo proyecto de lograr la unificación y construcción de América Latina como una sola nación autónoma, sin la interferencia de ninguna?