Las democracias en el mundo, ante el embate de las continuas y malas noticias, y de las permanentes mentiras que se dicen y se aseguran en contra del diario vivir de los sistemas políticos o económicos, se están transformando con ellas en unas plutocracias. Todo ello es debido a la indiferencia de las gentes o al temor incrustado e infundado en ellas de querer tomar en sus manos los propios destinos, prefiriendo mil veces que sean los ricos quienes decidan por sus vidas, creyéndoles a estos más que a los Estados, pues ven en estos sus éxitos personales y las acciones circunstanciales, y en los Estados confusiones y corrupciones, aunque estas sean promovidas e incentivadas por ellos y sus intereses y negocios.
Así es como estamos viendo ahora a sociedades enteras que se someten a lo que los ricos, a través de sus empresas, quieran o impongan como un credo o mandamiento, sin importarles siquiera las futuras consecuencias, aun cuando descubran que éstos hayan mentido, o así sepan que también los ricos se mueren, y quienes les hereden no cumplirán lo que hacían aquellos con ellos, o aun después de que se cumplan ciclos, y como todo, igual con el correr del tiempo se perderán en el olvido.
Son personas que solo aspiran a seguir ordenes, o a personas, que consideran líderes o guías, y a quienes incluso llegan a considerar como a especies de padres, viéndolas y sintiéndolas más como figuras sentimentales o amorosas, que, a los Estados, en sus aparentes desordenes estructurales, no pueden desempeñar o representar.
Estamos viviendo tiempos peligrosos para la humanidad en general, por los altos niveles de violencia física, psicológica y social, que se está sintiendo y palpando en el ambiente alrededor de las personas, y que los poderosos multiplican por medio de falsas noticias a través de los medios de comunicación, de los que son dueños, o con los escuadrones particulares de mercenarios y matones, además por la evidente destrucción de la naturaleza, al estarsiendo sometida a una infame sobre explotación, transformando y volviendo miedosos y apáticos a los individuos, e inoperantes a los sistemas de vida, aunque se tengan y existan herramientas idóneas para contrarrestar a los problemas y dilemas cotidianos que se presentan a diario, pero que son satanizados y cuestionados por las religiones o por los movimientos políticos más extremistas o retardatarios, con los que se terminan enfrentando con fuerza y violencia a los cambios necesarios para mitigar esos problemas o dilemas. Están latentes los casos de la sobrepoblación que se puede atacar con controles natales, el de la pobreza extrema que se puede disminuir con una mejor repartición de la riqueza, el de las drogas ilícitas que se puede enfrentar con mejores políticas de salud y educación y no con tanta represión, igualmente mencionar que se podrían mejorar los sistemas de salud y educación mundial, pero que se ha preferido mantener la ignorancia en general.
