Con Viviane Morales y Alejandro Ordóñez como embajadores de Colombia ante Francia y la OEA, respectivamente, son los miembros del partido Colombia Justa Libres, en cabeza del senador Jhon Milton Rodríguez, quienes continúan con la cruzada por restringir los derechos de la población LGTBI, con lo que definen en su sitio web como la defensa del "modelo básico de familia”.
Tal modelo no es otra cosa que la intromisión de principios de origen religioso en la legislación colombiana: esto se evidencia en la oposición que el partido promueve a una demanda admitida por la Corte Constitucional, en la que se solicita cambiar la definición de familia consignada en el artículo segundo de la ley 1361 de 2009, que según los demandantes excluye a las familias constituidas por parejas del mismo sexo.
Mientras Alberto Brunori, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, envió a la Corte Constitucional un concepto en el que solicita amparar los derechos de la población LGTBI en el marco de estudio de la demanda, Colombia Justa Libres promovió un plantón de creyentes cristianos que acudieron el pasado 28 de enero a protestar frente a la corte, pidiendo que el concepto de familia se mantenga.
Cuando Viviane Morales, en un acto ultraconservador, apoyó al movimiento “firme por papá y mamá” en su búsqueda de un referendo en contra de la adopción igualitaria, la opinión pública reaccionó al instante señalando la contradicción entre el actuar de la senadora y los ideales del Partido Liberal por el que fue electa. Cuando Alejandro Ordóñez hizo pública su oposición a los derechos de los homosexuales, llovieron críticas hacia su imagen, en tanto que desde su cargo en la Procuraduría General de la nación resultaba irresponsable hacerse partícipe en ese debate. Colombia Justa libres, en cambio, goza de la legitimidad electoral de quienes votaron por la posibilidad de procurar una nueva captura de cuestiones estatales a manos del culto cristiano. La posibilidad de continuar la inquisición heredada.
En el año 2013, el pastor Jhon Milton Rodríguez fue entrevistado por un importante diario caleño. Aseguraba no ser homofóbico (argumentando que a su iglesia Misión Paz a las Naciones asisten travestis y lesbianas) antes de asegurar que no tenía aspiraciones políticas. Ambas afirmaciones intentaban amilanar suspicacias respecto a un acuerdo que suscribió con Roy Barreras, para entonces presidente del Senado, acerca de la votación a proyectos de ley referentes al aborto y al matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Siendo ya senador de la República, Rodríguez interpone los ideales cristianos en las discusiones políticas de interés nacional. Va un ejemplo: el pasado 4 de febrero compartió en Twitter una entrevista realizada a la directora del Instituto Humboldt, Brigitte Baptiste, donde se le califica de experta en temas de género y se expone su propuesta de llevar la discusión sobre el tópico a los colegios. Junto al enlace de la entrevista, el senador cuestionó: “¿Experta en qué?, ¿cuántos hijos ha educado?, ¿cuántos matrimonios ha restaurado?”, para luego afirmar que su partido dará la pelea contra quienes intenten “desnaturalizar la familia”.
Con los principios demostrados hasta ahora por el senador Rodríguez y sus compañeros de bancada, el partido Colombia Justa Libres se prepara para las elecciones regionales, en las que planea presentar candidatos propios. Lejos de la apatía política que el senador manifestaba años atrás, las iniciativas de su colectivo parecen estar regidas por el mismo pasaje bíblico que se consigna como lema de Misión Paz a las Naciones, la iglesia que dirige, en la página web misionpaz.org (donde se le da a Rodríguez el estatus de apóstol y a su esposa el estatus de profeta): “1 Corintios 4: 20. Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder”.