El científico británico Stephen Hawking afirmó en unas declaraciones recientes a la BBC, que la “especie humana se enfrenta a una extinción inminente”. Pero lo que no nos dice este genio de la astrofísica y de la cosmología es que es por causa de la errática Civilización de la Mentira que la especie humana está llegando a ese vergonzoso final.
En efecto, en una civilización en la cual prevalece el lucro como valor fundamental y consagra el dinero como el Dios de la tierra, y que ha convertido el capitalismo salvaje como el sistema predominante, nada bueno le espera a la especie humana. La llamada “sociedad de consumo”, en la cual los recursos naturales son depredados sin compasión por unos bandidos bendecidos por alguna religión y amparados por cualquier sistema económico sea capitalismo o socialismo y legalizados por un sistema político que le dicen democracia. Y que tiene licencia para arrojar miles de millones de seres humanos al paro, miles de millones de toneladas de basura a los ríos o a la mar, miles de millones de árboles y especies de biodiversidad extinguidos, miles de millones de seres humanos en la ignorancia, el analfabetismo, la desnutrición infantil, el hambre y la miseria, la guerra inútil y permanente y sin sentido, esa sociedad es inviable.
Sí señor Hawking: estamos notificados desde mucho antes de que su señoría se pronunciara. Para eso no se necesita ser un genio. Para saber que muchos seres en el mundo estamos viviendo un Apocalipsis ahora, no son necesarias su ciencia ni sus títulos. Ni nos parece prudente su llamado a colonizar otros mundos en el cosmos. No Mr. Hawking. No nos venga a proclamar que este modelo de Civilización es “tipo exportación sideral”. Si bien la historia humana (sin antes de 1492) ha sido la historia del sometimiento y la esclavitud de las mayorías frente a los más poderosos, nunca antes había sido tan inminente el fin de la especie humana como usted científicamente lo concluye. Muchos poetas han llegado a esa severa conclusión sin saber cómo se escribe correctamente Big Bang. ¿Cree acaso usted Mr. Hawking que este modelo es reproducible con éxito en la Luna o en Marte? O cree que habría que aplicar algunos ajustes religiosos, económicos, legales, políticos, sociales, tecnológicos, a esta maravillosa Civilización judeo-cristiana que fue sembrada aquí hace más de 500 años sobre un exterminio que cuenta la historia como Descubrimiento de América.
Esa Civilización cuyo final usted no profetiza, pero de la especie humana sí, es la que necesitamos abolir para salvar la especie. "Nuestro planeta es un viejo mundo, amenazado con una población cada vez mayor y con recursos finitos. Debemos anticipar esas amenazas y tener un plan B", ha dicho usted en forma equivocada, se lo decimos desde aquí, en esta esquina de Suramérica. "Si la especie humana quiere sobrevivir más allá de los próximos cien años, es imperativo que atraviese la negrura del espacio para colonizar nuevos mundos a través del cosmos". No Mr. Hawking: a más de lo mismo no le halamos. Si usted nos pinta un panorama de una civilización más solidaria con la especie y con el planeta, menos excluyente, más participativa, menos corrupta, más pacífica, menos desigual, con una preocupación mayor por los asuntos públicos, o sea, con una mayor ciudadanía fiscalizando, vigilando y controlando ese poder arbitrario que lo nombran dizque “democracia”, lo acompañamos a buscar otro planeta en el espacio.
Más de lo mismo, NO.
