El ruidoso paso de Pablo Felipe Robledo por la Superintendencia de Industria y Comercio, donde adelantó investigaciones que produjeron sanciones multimillonarias contra empresas acusadas de cartelizar productos de alto consumo masivo como pañales, papel higiénico, cuadernos y azúcar empieza a tener efectos. Su gestión se convirtió en el terror de muchos empresarios por la espectacularidad de sus operativos que con elementos solo propios de un bloque de búsqueda se tomaban, sin aviso, oficinas públicas y privadas para incautar computadores, teléfonos, cuentas de correo y todo aquello que pudiera contener información relevante.
La intimidación a la que sometían en muchas ocasiones sus funcionarios a los investigados estuvo cargadas de excesos, según lo cuentan algunos servidores públicos a donde llegaban en masa los agentes de la Superintendencia; como si se tratara de un piquete de policías abordaban con acciones intimidantes a los aterrados interrogados. La situación alcanzó ribetes tan dramáticos que incluso a través de la cancillería, gobiernos extranjeros elevaron quejas diplomáticas porque en ocasiones la entidad traspasaba líneas legales. En una ocasión el presidente Santos escuchó en una visita a Europa a un grupo de empresarios manifestar su decisión de no invertir en el país porque el análisis hecho por sus agencias de riesgo indicaban que la Superindustria actuaba de manera sesgada lanzando acusaciones, sin fundamento en ocasiones, lo que ponía en riesgo la reputación internacional de las marcas.
Ese hecho fue evidente con una empresa exportadora de ventanas de Barranquilla, Tecnoglass a la que los funcionarios de Robledo visitaron en esa ciudad para indagar por la reventa de boletas de las eliminatorias al mundial de fútbol de Rusia. Muchos no daban crédito de lo que veían con el operativo. Una empresa que factura casi medio millón de dólares anuales señalada por un asunto de reventa de boletas para el fútbol. El Superintendente en una rueda de prensa cargada de espectacularidad anunció las acciones sin señalar directamente a la ventanera, no obstante parte de las pruebas recaudadas fueron filtradas por la entidad a un portal económico que las expuso sin que se hubiera adelantado aún la investigación.
La empresa Tecnoglass que cotiza en la bolsa tecnológica de Nasdaq en Nueva York vio como sus acciones se afectaban por las sindicaciones temerarias mostradas como un hecho juzgado por el portal Primera Página que cargó sus contenidos con una dosis de especulaciones que obligó a la empresa a elevar denuncias no solo en Colombia, sino en los Estados Unidos donde se cotiza la acción de la empresa.
Robledo incluso tuvo que rectificar públicamente que la empresa barranquillera no tenía nada que ver con el asunto y que las acciones interpuestas por la entidad no tenían fundamento. Una de esas denuncias es la que tiene a Robledo respondiendo ante fiscales y funcionarios de la Procuraduría, lo que le podría costar, además de una inhabilidad, una sanción penal.
El desespero de Robledo se evidencia en su cuenta de Twitter, donde el exfuncionario ha publicado, con una dosis de rabia que llama la atención, afirmaciones temerarias que demuestran su mal querencia contra el COO de esa empresa Christian Daes, de allí la respuesta del abogado de Tecnoglass Jaime Lombana, quien denunció a Robledo por los trinos alegando que esa posición demuestra como el exfuncionario actuaba deliberadamente desde su cargo contra la empresa barranquillera.
Incluso, un funcionario de Robledo, su delegado para la libre competencia, Jorge Enrique Sánchez ,que rendía una entrevista en la Fiscalía hace unos días, vio cómo la fiscal 70 interrumpió la diligencia para citarlo, esta vez, con abogado para responder por las filtraciones. A la fiscal 70 que investiga a Robledo le causó sorpresa que en la visita a Tecnoglass los funcionarios de la SIC no le hubieran tomado la declaración al representante legal de la empresa sino a los Daes y según las pesquisas estos nombres no aparecen mencionados en el expediente de la entidad sobre la reventa de boletas. Las investigaciones de la Fiscalía indican que los enviados de Robledo habrían utilizado la excusa de la diligencia para incautar sus teléfonos celulares.
Muchos empresarios están molestos por el tono de los trinos de Robledo, ya por fuera de la SIC, porque empieza a quedar en evidencia que sus acciones pudieron tener motivaciones distintas a las que presentaba públicamente y que en su momento fue calificado por muchos medios como “el mejor funcionario del gobierno Santos”.
