“La cifra de la que estamos hablando con base en datos oficiales está en 86 mil personas desaparecidas, un cálculo desde 1958 hasta el año 2017, pero sabemos que hay un gran subregistro, la propia Unidad de Búsqueda y las organizaciones estamos hablando de 150 mil personas desaparecidas en nuestro país” afirma Naya Parra, politóloga, magíster en derechos humanos y candidata a doctora en derecho internacional, integrante del Colectivo Sociojurídico Orlando Fals Borda.
Según Naya Parra, la cifra de desaparecidos en Colombia es muy superior a cualquier cifra de desaparición forzada en el marco de las dictaduras en el cono sur. “Durante los años 70 y 80 hemos estudiado la desaparición como una práctica de Estado para la persecución de personas de movimientos políticos de izquierda y hemos podido documentar la agudización del conflicto armado en el década del 2000 en donde se dispara las cifras de desaparición [años de gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez]".
Ahora bien, existe una relación estrecha entre la desaparición y el proceso de despojo que han vivido las comunidades en el marco de megaproyectos, según la politóloga “en los lugares en donde mayores índices de desaparición forzada hay es en los departamentos en donde mayor confrontación hubo, pero también en donde ha habido grandes intereses, como el caso de Hidroituango, por ejemplo”.
Para el caso del departamento de Nariño, en donde se cuenta con una mesa de trabajo sobre desaparición conformada por diferentes instituciones, se viene trabajando en conjunto con el Colectivo Orlando Fals Borda, en un proceso de diagnóstico de tres cementerios en el municipio Tumaco, Pasto e Ipiales, en donde existe un alto número de cuerpos sin identificar. Según Naya Parra “estamos hablando de 250 personas que fallecieron cuyos cuerpos entraron al cementerio de Tumaco y todavía no se sabe su ubicación ni quienes pudieran ser, en el caso de Pasto hay más de 160 cuerpos sin identificar y en el de Ipiales está en investigación el número”.