Probablemente vieron los hashtags, tal vez alguna amiga o conocido lanzó un tuitazo para hacerse escuchar en la ocasión o realmente no tenían ni la menor idea, pero las cosas en Sudamérica se están poniendo color caraota. Al ritmo de #VenezuelaLibre y #VenezuelaGritaLibertad, las calles de Caracas se llenaron de gente este 23 de enero en protestas masivas y el futuro de Venezuela pudo haber cambiado en unas cuantas horas.
Como en todo, hay dos lados de la misma moneda: algunos marchan en contra del régimen de Maduro y en apoyo al nuevo —proclamado bajo los estándares constitucionales— presidente interino. Al mismo tiempo, otros cientos piden que el pupilo de Chávez continúe. Las calles venezolanas están hoy más divididas que nunca.
Las imágenes circulan por el mundo ante la atenta mirada de detractores, partidarios y seguidores del principio de no intervención.
La oposición marcha para que termine la “usurpación” de Maduro y se organicen elecciones de la mano de su nuevo presidente. Maduro moviliza a sus seguidores para defender la Revolución Bolivariana de lo que según es un “golpe de Estado” organizado por los gringos. Una buena parte de la comunidad internacional desconoce el gobierno actual, otros lo defienden y otros tantos solo observan la situación, la tensión se siente en las calles, los militares marchan, la gente grita y las redes sociales no se detienen... y eso que apenas es mitad de semana.
Como podrán ver, la cosa está bastante movidita, por eso acá te cuento todo lo que necesitas saber para empaparte de la situación.
¿Qué es el 23E?
Pues el 23E es la manera corta de decir 23 de enero. Esta fecha en particular es un momento que ha sido considerado “el momento fundacional de la democracia venezolana”, pues en 1958, el general Marcos Pérez Jiménez se retiraba de Venezuela obligado por las circunstancias políticas. El militar había gobernado con puño de hierro durante 10 años y a su salida se abrió la puerta para unas elecciones libres
La oposición aprovechó la fecha conmemorativa —61 años después— para convocar a una marcha masiva en contra del gobierno de Nicolás Maduro.
¿Cómo terminaron los venezolanos con dos presidentes?
El punto clave de la situación fue cuando esta tarde, un joven político venezolano se proclamó presidente interino de Venezuela.
“Ante Dios todopoderoso, Venezuela, juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo Nacional como presidente encargado de Venezuela para lograr el cese de la usurpación, un gobierno de transición y elecciones libres”, dijo Juan Guaidó frente a una multitud reunida en Caracas.
¿Quién carajo es Juan Guaidó?
Probablemente no lo conocías. Es más, muchos venezolanos ni siquiera habíamos escuchado su nombre hasta hace unos cuantos días. Juan Guaidó es un joven diputado de la Asamblea Nacional —el único organismo del Estado en control de la oposición, pero sin poderes constitucionales tras una controvertida decisión de Maduro— que tomó la batuta del movimiento de oposición tras la más reciente tormenta política.
Guaidó, de 35 años, es un militante del partido Voluntad Popular desde sus fuerzas juveniles y ya llevaba rato subiendo en los escalafones de la política, pero tampoco era el superstar. Podríamos decir que era ‘un diputado más’.
Eso cambió cuando, el joven ingeniero se convirtió hace unas semanas en el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela. Ayudado por problemas judiciales que vivían los altos mandos de su partido y de la política opositora, el camino se le abrió como el mar a Moisés. Y mira nada más hasta dónde llegó.
El pasado 13 de enero, unos cuantos días después de la toma de posesión de Nicolás Maduro, fue arrestado por no ponerse firme frente al régimen. Su esposa dio a conocer la noticia y —apenas lo liberaron unas horas después— su popularidad subió como la espuma, hasta culminar este miércoles declarándose presidente interino.
Y se metió la comunidad internacional
Apenas la comunidad internacional empezó a reconocer a Guaidó como presidente legítimo la cosa se complicó cada vez más. El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, envió felicitaciones y festejaba “el retorno a la democracia”. A eso, súmenle casi una decena de países que aprovecharon la oportunidad para sumarse, pero importante tenemos que fijarnos en el archirival de Maduro, Estados Unidos, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, informó por medio de su cuenta de Twitter que el presidente Trump reconoció oficialmente la presidencia de Guaidó.
“De parte de toda Venezuela agradezco su compromiso de respaldar la voluntad del pueblo venezolano”, decía un mensaje que le dedicó Guaidó a Donald Trump.
Maduro se defendió con un discurso
Las protestas callejeras se mudaron al Palacio Miraflores para escuchar al bolivariano líder defender su presidencia. Criticando la posición de sus rivales políticos y la comunidad internacional, Maduro decía que “los problemas nuestros se resuelven en casa, nadie debe meterse en los asuntos internos de Venezuela” e invitaba a sus aliados a “que nadie baje la guardia”.
Uno de sus puntos más discutidos era la intromisión de los gabachos en los asuntos internos de su país y ni se diga que le dijo “un cualquiera” a Juan Guaidó por lanzarse a la presidencia.
Los aliados de siempre
Mientras una buena parte de la comunidad internacional se lanzaba a apoyar al controvertido presidente interino, Nicolás Maduro mantenía el apoyo de los de siempre.
“Nuestra solidaridad con el pueblo venezolano y el hermano @NicolasMaduro, en estas horas decisivas en que las garras del imperialismo buscan nuevamente herir de muerte la democracia y autodeterminación de los pueblos de #Sudámerica. Nunca más vamos a ser patio trasero de Estados Unidos“, tuiteaba Evo Morales, presidente de Bolivia.
Así las cosas en Venezuela, esta es la escena que el país sudamericano vive en estos instantes: dos presidentes, dos corrientes políticas y mientras tanto las manifestaciones en apoyo de Juan Guaidó ya llevan en conteo 16 muertos por represión.