Lleno de mensajes crípticos, Iván Márquez quien lleva más de cinco meses en la clandestinidad y solo había dado señales a través de un par de cartas, aprovechó al personaje de Rosa Luxemburgo —una marxista radical que junto a su movimiento la Liga Espartaquista dio origen al partido comunista alemán y ahora se conmemoran los 100 años de su muerte— para fijar sus posiciones que lo separan de su partido y el comportamiento de los dirigentes confundidos, según él, en un reformismo tibio. Márquez salió en defensa del socialismo revolucionario, y su dura posición crítica con sus compañeros confirmaría la división ideológica que se ha venido manifestando dentro del partido FARC.
Márquez, aunque aseguró que fue un error dejar las armas "antes de asegurar el acuerdo de reincorporación política, económica y social de los guerrilleros”, dejó entrever que sigue en el proceso y mantuvo su compromiso con la guerrillerada, con quien sigue firme para la búsqueda de la paz. El exjefe guerrillero hizo un balance negativo de la implementación y culpó a los ataques a la JEP que la deslegitimaron, pero reafirmó su intención de reformar y recomponer lo que sea necesario para mantener las banderas de la paz.
En video mi saludo a la XXIV Conferencia Rosa Luxemburg. https://t.co/ZgyVe74gxi
— Iván Márquez (@IvanMarquezFARC) 12 de enero de 2019