En Cali, el Gato del Río es un lugar icónico. La escultura del artista Hernando Tejada, que le da nombre al parque, se convirtió en un símbolo de la caleñidad. En 1996 se inauguró la escultura de Tejada, y juntó a ella también estuvo Alejandro Valencia, sobrino de Hernando e hijo de la artista Lucy Tejada.
Alejandro fue uno de los que ayudó a Hernando Tejada a hacer el Gato del río. Una de las esculturas públicas más grandes. Traerla desde Bogotá fue toda una odisea, e incluso fue necesario tumbar las paredes del taller donde fue fundida. Diez años después de haber inaugurado la obra, Alejandro volvió a pensar al gato como una posibilidad nueva de creación. Aparecieron las novias del gato. Quince gatas a lo largo del bulevar se disponen a cazar al gato de Tejada. Alejandro Valencia, artista y escultor de las gatas de Cali, cuenta la historia detrás de esta obra que todos los caleños reconocen, pero pocos saben de qué se trata.