A falta de argumentos, de transparencia y de respeto por principios elementales de la democracia en el debate universitario y académico, ahora se recurre a la amenaza, la intimidación y el terror para aplastar y barrer el portentoso movimiento estudiantil universitario que se acaba de anotar un amplio triunfo con su vigorosa movilización nacional cerrada con un amplio acuerdo para resolver la crisis financiera y académica de las universidades públicas, incluida la del Quindío, donde se ha desarrollado una consistente acción en defensa del derecho a la educación y contra la corrupción y malversación de los dineros mediante una amplia variedad de procesos contractuales fraudulentos como lo hemos señalado en varios artículos.
A la Universidad del Quindío llegaron los paramilitares con la marca de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia), según el anuncio que aparece en varios lugares de dicho centro docente. Situación similar a la que se dio recientemente en la Universidad Industrial de Santander, la Universidad de Córdoba, la Universidad de Antioquia y la Francisco de Paula Santander en Cúcuta.
En esos centros universitarios las consecuencias de esa arremetida violenta del fascismo dejaron muerte, desplazados, desaparecidos, expulsiones estudiantiles y corrupción generalizada de las fichas burocráticas de los gamonales de la politiquería, principales patrocinadores y promotores de las bandas criminales de la ultraderecha.
Curioso que en momentos en que arrecian las denuncias contra la corrupción en la UQ, se da esta irrupción de las AUC con anuncios en las paredes para el terror y eliminación del movimiento estudiantil y sus más destacados dirigentes. Igual contra los trabajadores y los docentes. Hay que demandar la pronta intervención del ministerio público, de las organizaciones de los derechos humanos, del Ministerio del Interior y de la Unidad de Protección para evitar una inminente tragedia.
Ojalá las autoridades departamentales y sus eminencias jurídicas echen mano del Plan de Acción Oportuna de Prevención y Protección (PAO), expedido recientemente por el gobierno nacional del presidente Duque para proteger los líderes, en este caso los estudiantiles de la UQ, igualmente los trabajadores y los profesores colocados en serio riesgo con esta nueva campaña que hace parte de la reactivación del paramilitarismo en muchas regiones de Colombia.
Se hace necesario convocar una audiencia pública al interior de la universidad por la defensa de los derechos humanos en la que participen la Defensoría, la Procuraduría, la Personería, la iglesia y otros líderes del departamento del Quindío.