En la USO hemos concluido el proceso de elección de todos los órganos de dirección y decisión, tanto nacionales como territoriales. Cerca de 12.000 trabajadores participaron, una cifra histórica. Somos un sindicato vivo, democrático y renovado. Estrenamos juntas directivas con periodos de cuatro años, como sucede en los grandes sindicatos del país y del mundo. Tiempo que debe servir para acordar y realizar un programa político y sindical de grandes transformaciones.
Gracias a un acuerdo y un programa mayoritario he sido elegido presidente de la USO. Y asumo este reto, que es una gran oportunidad, con la claridad de siempre en mis posiciones políticas, que han sido públicas y las he compartido en esta tribuna desde hace casi tres años. Mis ideas sobre el mundo del trabajo, los sindicatos y la industria petrolera también han aparecido en este medio y están abiertas al escrutinio de los trabajadores y la opinión pública.
A comienzos del 2019 pondré a consideración de nuestra dirección y de los afiliados de la USO un ambicioso programa, que parte de nuestras propuestas de campaña y de lo acordado por la coalición mayoritaria. Aspiro actuar, como siempre, con la mayor coherencia. Sin embargo, quisiera adelantar, a los lectores de esta columna, lo que considero deben ser los ejes de la acción de la Unión Sindical Obrera en los próximos cuatro años:
- Fortalecer el “Frente Amplio por la Defensa de Ecopetrol”, será nuestro eje de actuación política. La USO, sola, no puede enfrentar el modelo económico dominante, que quiere seguir dividiendo la empresa en filiales para facilitar su venta, como puede ocurrir con Cenit. Nuestro programa político incluirá también la insistencia en Plan de Modernización de la Refinería de Barrancabermeja y la no prórroga de contratos de operación de campos de producción a empresas multinacionales. Rechazaremos el proyecto de regalías por impuestos o de obras por impuestos, y propondremos el proceso de transformación de Ecopetrol en empresa líder que haga la transición energética con recursos de la renta minera y petrolera, así como el crecimiento de la transferencia de utilidades a la educación pública, universal, gratuita y de calidad.
- Buscaremos recursos nacionales e internacionales para crear una fundación que realice acompañamiento y formación psicosocial, política, laboral, gremial y organizativa a las comunidades que viven alrededor del petróleo. El objetivo de la fundación es que la USO deje de ser vista como una organización de élite, solo preocupada por los intereses de sus afiliados. Nos proponemos acompañar a las comunidades petroleras con una apuesta contra-hegemónica que desnude los cantos de sirena que en ocasiones hacen las multinacionales, o la misma Ecopetrol, cuando necesita explorar y perforar. Este será un eje social.
- Haremos un balance de la implementación de los acuerdos de la pasada negociación con Ecopetrol. (i) presentaremos una propuesta propia de escalafón salarial para el personal técnico profesional. (ii) nos vincularemos a la lucha internacional por la defensa del derecho de negociación colectiva en materia pensional, (iii) exigiremos el cumplimiento por parte de las empresas de los aportes adicionales a pensiones en actividades de alto riesgo, (iv) seguiremos reivindicando estabilidad laboral, (vi) exigiremos la garantía de justicia laboral efectiva, (vii) insistiremos en una transformación cultural de respeto por el derecho de asociación ante la oleada antisindical que vivimos y que se traduce en la existencia de un pacto colectivo y en miles de procesos disciplinarios y llamados a descargos, (viii) defenderemos el régimen exceptuado de salud y riesgos laborales, (ix) la dignificación del trabajo de las actividades tercerizadas con estabilidad laboral y negociación colectiva.
En las otras empresas petroleras lucharemos por que se implemente una vieja recomendación del Comité de Libertad Sindical de la OIT, que le señala al gobierno colombiano su obligación de permitir la promoción del derecho de asociación en empresas donde no tenemos afiliados. Y donde los tenemos, los organizaremos en torno a la negociación colectiva para construir más y mejores derechos. Este será el eje gremial.
Y, para terminar, el próximo año, nuestro sindicato acordará el mecanismo mediante el cual definiremos nuestra postura institucional sobre la explotación de yacimientos no convencionales o fracking. Esta no es ni debe ser la postura de un solo dirigente, deberá ser la postura frente al piloto que está proponiendo Ecopetrol y deberá asumirse con el más alto grado de responsabilidad y luego de la mayor deliberación posible sobre todas las posturas en juego. Ya lo decía Popper: “yo puedo estar equivocado, tu puedes estar en lo cierto y, haciendo un esfuerzo, juntos podemos acercarnos un poco más a la verdad”.
Son muchos los retos, pero los enfrentaremos unidos. Si respetamos la diferencia, y aun así caminamos juntos, si proponemos más debates democráticos y menos descalificaciones e insultos, lograremos avanzar. Este es el sindicato de todos y para todos y a los trabajadores petroleros que aún no están aquí los esperamos con los brazos abiertos. Esta organización es y seguirá siendo democrática y pluralista. Seguiremos siendo el pequeño modelo de sociedad que soñamos.