El 2 de octubre, el periodista saudí Jamal Khashoggi desapareció después de entrar al consulado de Arabia Saudita en Estambul y días después se confirmó que lo habían asesinado. Desde entonces, los turcos, los saudíes y algunos otros países, empezaron sus propias investigaciones. Mientras que la versión de Arabia Saudita protege al príncipe heredero Mohammed bin Salmán, las otras indican que el mandatario tuvo un papel importante en el asesinato.
Gina Haspel, la directora de la CIA, se reunió con un grupo de senadores estadounidenses en una sesión informativa sobre el caso de Khashoggi. Ahí, reveló pruebas que confirman que el príncipe heredero estuvo detrás del crimen, y los detalles son espeluznantes. Haspel viajó a Turquía para escuchar una grabaciones que obtuvieron los turcos, donde se confirma que Khashoggi fue asfixiado siete minutos y medio después de entrar al consulado y desmembrado por un equipo de 15 agentes saudíes. De terror.
En los próximos días, el Senado de Estados Unidos tiene planeado votar por una medida que corte el apoyo militar estadounidense a las operaciones militares que Arabia Saudita tiene en Yemen. El problema es que aunque la mayoría de los senadores salieron de la reunión convencidos de la culpa del príncipe, todavía hay dudas sobre cuál es la mejor opción para presionar al Gobierno saudí. La cosa es complicada pues por el otro lado, la administración de Trump continúa protegiendo a su aliado saudí y ha dicho que no hay "evidencia directa" de la participación del príncipe en el asesinato de Khashoggi.