Parodiando el título de la película Sexo, mentiras y video, se podría decir que el “escándalo” sobre Petro bien podría llevar por título Mentiras, Verdades y Videos.
La mentira es consustancial a la política, es “natural” que se utilice en la lógica perversa de que el fin justifica los medios. Pero en medio de las mentiras surgen también verdades. Una gran verdad surgida del debate es que el Centro Democrático tiene el propósito de convertir al fiscal Néstor Humberto Martínez en el fiscal del régimen, en un fiscal de bolsillo. Poco les importa que haya sido ungido por Juan Manuel Santos, luego de imponerlo y pagar un alto costo sacrificando a su mano derecha, María Lorena Gutiérrez , hoy vinculada como nueva presidenta de Corficolombiana, de la cual fue gerente José Elías Melo, hoy detenido y enjuiciado por su participación en el escándalo de Odebrecht.
El Centro Democrático al convertirse en el gran escudero y defensor de oficio del fiscal Martínez, no lo hace de manera desinteresada. Lo necesita para sus propósitos. Tener un fiscal que puede aplicar una justicia selectiva vale un potosí. Y uno de esos propósitos es apoyarse en la política de mano dura del fiscal contra el juzgamiento de las Farc por parte del Jurisdicción Especial de Paz, la JEP. La joya de la corona para el Centro Democrático es sin duda la extradición de Santrich, cuya suerte está hoy en manos del fiscal Martínez. Su extradición sería un logro de incalculable valor para uribismo y sus empeños de ponerle conejo a los acuerdos de paz, de someterlos a sus designios. Una causa que los hermana con el vargasllerismo.
Para juzgar las acciones criminales de Odebrecht y sus socios colombianos
Duque envía una terna en la que ninguno es penalista,
y todos de reconocida fidelidad al CD y al presidente Uribe
Otra gran verdad del debate sobre el video-billetes es el empeño del Centro Democrático y la coalición de gobierno de proteger y salvaguardar la imagen y los intereses de Luis Carlos Sarmiento Angulo y los grupos económicos que conforman el gran conglomerado económico del hombre más rico del país. El hoy fiscal y ayer asesor del grupo tiene el poder de impedir que las inocultables y reconocidas acciones de corrupción Odebrecht arrastren judicialmente a las empresas, sus directivos y propietarios. Que toda la responsabilidad recaiga sobre Odebrecht y se salvaguarde el buen nombre y los negocios de las empresas de Luis Carlos Sarmiento. Es parte esencial de la confianza inversionista que desde siempre ha predicado el uribismo. Por eso el nombramiento de la terna para el fiscal ad hoc resulta una mera acción teatral y escenográfica. Para juzgar las acciones criminales de Odebrecht y sus socios colombianos Duque envía una terna en la que ninguno de sus integrantes es penalista, y todos ellos de reconocida fidelidad al Centro Democrático y al presidente Uribe. Una descarada manera de guardar las apariencias, calmar el avispero y dejar incólume el poder del fiscal Martinez.
Una tercera verdad que se desprende es el propósito del Centro Democrático de deslegitimar a la izquierda. Y la mejor manera es golpearla es allí donde ha sido exitosa: en la lucha y denuncia de la corrupción. Petro es lo de menos, lo demás , lo importante es golpear la fuerza y la credibilidad de las fuerzas de centro izquierda, que ostentan el nada despreciable capital político de más de 8 millones de votos y la posibilidad de capitalizar el desprestigio del 68% que hoy registra el régimen uribista y el presidente Duque. La propia Paloma Valencia lo dijo de frente y sin ambages: “Esta evidencia (el video) muestra que la izquierda no tiene ningún pedestal moral. Aquí está el Centro Democrático para seguir defendiendo esas instituciones que representan la democracia el futuro de Colombia.”
El instrumento escogido para desacreditar a la izquierda sin distingos no podía ser más eficaz: un video que muestra a Petro contando fajos de billetes. Sin duda una imagen mediática impactante, que de inmediato es asociada a los manejos propios de la narcopolítica y la cultura mafiosa, la misma que convirtió los fajos de billetes y las cajas de billetes en símbolo de su poder corruptor de la política y el poder. Una imagen que de entrada provoca más emociones que reflexiones, el impacto mediático se impone a la realidad por establecer, una imagen que desata el morbo de los periodista y de los formadores de opinión. A los interrogantes legítimos de los sorprendidos ciudadanos se respondió con un sartal de preguntas morbosamente orientadas por unos medios ávidos de recrear una especie de circo romano virtual. A las respuestas de Petro algunos periodistas respondían con interrogatorios propios de fiscales y jueces.
La respuesta de Petro no fue la más afortunada. Su explicación ha tenido demasiadas versiones. Las continuas aclaraciones provocaron más confusión que claridad. Ambiente de confusión que hábilmente ha sido aprovechado por sus detractores y enemigos políticos que con saña no cesan en su propósito de desprestigiarlo y debilitarlo políticamente. El video aclaratorio de 48 minutos es un monumento a la falta de precisión que requerían las circunstancias. Los hechos y verdades que el país estaba reclamando se mesclaron con sus ya conocidas denuncias contra la corrupción que terminaron por debilitar su versión de lo ocurrido. En un esfuerzo por asimilar el golpe recibido, Petro expreso su mea culpa: “Tengo que pedirles perdón a mis electores de hoy, 8 millones de personas, por haberme puesto a recibir dinero en efectivo de un amigo del pasado en su apartamento. Aunque no es un delito, debí ser prudente y no lo fui y ahora pago las consecuencias”. Hoy su verdad y su suerte están en manos de Simón Vélez y de Juan Carlos Montes.
La operación política del video billetes tendrá sin duda repercusiones y lesiona las posibilidades de unidad de las fuerzas de centro izquierda de cara a las próximas elecciones. Sus más caracterizados voceros han tomado distancia de Petro en su afán legítimo de salvaguardar su imagen y capital político y han formulado duras críticas a las respuestas dadas.
“Una explicación gota a gota, decenas de trinos, un video de 40 minutos y una rueda de prensa no le ayuda ni poquito a Petro en su explicación del video-billete que obviamente le sacaron por saña política pero que es espantoso”. (Claudia López). “Merece sanción social y de pronto algo de sanción legal. Se ve feo acariciando billetes, hubo una falta de estética: uno no acaricia billetes. Eso le hace daño al proceso político colombiano. Las explicaciones que ha dado no satisfacen”. (Antanas Mockus). (El video de los fajos) es una imagen tenebrosa que no tiene justificación. Pero debe tener todas las garantías para dar su explicación y para que esto no se vaya a convertir en un capítulo de lucha política para aumentar la polarización”. (Sergio Fajardo)
El Centro Democrático ha logrado sus propósitos. Su operación video-billetes ha sido exitosa. Han logrado causar daño y no cejaran en su empeño de liquidar políticamente a todos aquellos que se atraviesan en el propósito de consolidar el régimen de la seguridad democrática y la confianza inversionista. La operación les ha dado un triunfo mediático que aspiran a capitalizar el próximo año. El daño está hecho. Por fortuna la política no termina y siempre empieza. Y para empezar la credibilidad del régimen uribista y su presidente en sus primeros meses no goza de buena salud ni de credibilidad.