Rodolfo Arango, un doctor en filosofía de derecho graduado en Alemania, decidió dar el salto de la academia al Senado al lado de Jorge Enrique Robledo en el Polo Democrático, después de llegar a apoyar a Carlos Gaviria en su aspiración presidencial en 2002 y sigue siendo su gran consejero.
Gustavo Rugeles: ¿Un académico como usted por qué termina metido en la política?
Rodolfo Arango: “Me meto en política por que este país no puede seguir siendo gobernado por los Roy Barreras, eso no puede ser. La academia tiene una responsabilidad y no se puede seguir resguardando en sus cuarteles.
GR: ¿Cómo lograr cambios en la educación que sigue marcando baja calidad?
RA: Hay que sacar a los intermediarios privados. Hacer de la educación pública que sea gratuita, de calidad y para todos, desde preescolar hasta la formación profesional. Podríamos empezar por primaria y secundaria con excelentes colegios en ciudades intermedias e ir recuperando la educación publica con gigantescas inversiones.
GR: ¿Ve la inversión extranjera como un enemigo para el Estado?
RA: Totalmente. Creo que la inversión extranjera en Colombia ha tenido efectos bastante negativos en varios frentes de la economía. El agro esta destruido, hay una desindustrialización del país, un retroceso del mercado interno, el espejismo de que la inversión extranjera va generar empleo es eso, un espejismo. El empleo que se esta generando no es un empleo de calidad. Estamos retrocediendo en materia económica.
GR: ¿Nacionalizaría la exploración y explotación de hidrocarburos?
RA: Esa es una decisión que tenemos que discutir colectivamente que exige estudios de factibilidad. La Constitución de Colombia permite estatizar sectores estratégicos de la economía. Propongo renegociar totalmente los contratos que existen con las multinacionales los cuáles son totalmente inequitativos y perjudiciales para Colombia. El caso Drummond es un perfecto ejemplo, terminamos pagándoles a los extranjeros para que se lleven nuestros recursos.
GR: ¿Cuál es el gran problema que tiene la justicia en el país?
RA: La falta de profesionalismo. No existe una carrera judicial seria y estructurada que profesionalice la rama para que no dependa de la política. Ese es el problema no solo de la justicia sino de la administración publica en Colombia. Eso hace que no seamos un estado moderno y nos parezcamos a un estado medieval.
GR: ¿La Constitución Política necesita más cambios?
RA: Si hay que modificar las competencias de la Procuraduría, las Contralorías regionales que tienen exceso de burocracia y están sumamente politizadas. Tenemos que avanzar a un régimen mas federal en Colombia. Tenemos que modificar el sistema político y el sistema territorial, debemos volver a la idea del 91 de regionalizar el país, crear 5 o 6 grandes regiones con autonomía y con sus propios congresos para acabar con el centralismo y el presidencialismo en Colombia
GR: ¿Cómo ve el proceso de paz con las Farc y de la forma como lo está llevando el gobierno?
RA: Tenemos que correr riesgos y creo que deberíamos aceptar que la guerrilla ingrese tal y como esta concebido en el Marco Jurídico Para la Paz. Eso supone una serie, salvo en los delitos de lesa humanidad tengamos que hacer una suspensión de las penas y de aceptar que la guerrilla llegue al congreso.
GR: ¿Cree que los militares deben ser incluidos en la justicia transicional?
RA: Los militares están incluidos en el marco para la paz, lo que no se puede, es darles algunos beneficios que si van a tener los guerrilleros, como la anministía por ejemplo. Habría que buscarles un tratamiento equivalente para tratarlos igual de bien pero llamándolo de manera diferente.
GR: ¿Eso es lo correcto para el Estado, pero en términos prácticos no iría en contra del éxito de la negociación? Si a los militares no se les da nada, la guerra va continuar…
RA: Si se les da algo. Por ejemplo puede haber una reducción de las penas, pero hay que conservar el principio; si el estado se equivoca, paga por lo que hace, eso es lo único que le da legitimidad. Lo único que le da superioridad moral al Estado es que sea responsable. Esos otros tipos, los guerrilleros, no tienen ninguna superioridad moral, los estamos haciendo un favor. Moralmente ellos quedan destruidos, pero el Estado no se puede dar el lujo de destruirse moralmente.
GR: ¿En qué se diferencia Rodolfo Arango del chavismo?
RA: A raíz de la violencia que se ha desatado frente a las protestas en Venezuela y del comunicado que saco el Polo respaldando al Gobierno de Maduro, yo reaccioné rápidamente en contra. La debilidad de la democracia en América Latina tiene que ver con el irrespeto al Estado de Derecho. Hay una tendencia tanto de las derechas como de las izquierdas de utilizar el poder en beneficio de sus idearios. Yo he sido muy crítico del chavismo y de Maduro. Sin embargo en Colombia nos parece normal que se persiga la oposición, que se asesinen sindicalistas y ante eso los medios no reaccionan con la misma fuerza diciendo que “acá no hay democracia” como si lo hacen con Venezuela.
GR: ¿Le parece que su partido, es democrático?
RA: Aunque es más democrático que el directorio liberal, o que el monarquismo de Uribe, no hay una verdadera democracia dentro del partido.
GR: ¿Cuánto esté en el Senado y tenga en frente a Álvaro Uribe de tu a tu, que le diría?
RA: Yo trataría de evitar una confrontación personal. Lo desafiaría en los temas de fondo del país y me sorprendería que de pronto en muchos de esos temas estuviéramos de acuerdo. Álvaro Uribe militó en el liberalismo cuando querían cambiar el país. Lo que pasa es que ahora es un archí millonario que tiene que proteger sus negocios y está comprometido con sectores muy pesados que tienen mucho que perder en una eventual transformación del país.
GR: Qué rescataría de Uribe y de Santos?
RA: De Uribe, de pronto algo en lo que el ha insistido, el patriotismo, en el buen sentido. El representa ese sentimiento de que le duele el país. Pero el problema con Uribe es que cuando él se educó políticamente y leyó a los clásicos se tomó muy en serio el Maquiavelismo y cree que uno puede manipular psicológicamente a la gente. Él es un enfermo en términos psicológicos. Es una persona que juró vengar la muerte de su padre y borrar del mapa a las Farc y esa es una tragedia griega que no lo va a abandonar.
GR: ¿Y de Santos?
RA: Aclaro, el patriotismo de Uribe en el sentido de defender los intereses nacionales y no el patriotismo que raya con el nacionalismo y el fascismo, el de uniformes y banderas. De Santos, lo que está haciendo en impuestos Juan Ricardo Ortega, por mucho que les disguste a Carlos Gaviria y a Robledo, es un tipo valioso, que ha hecho un gran esfuerzo por mejorar el recaudo tributario. Ningún Estado de Derecho puede funcionar sin una alta tributación. Ortega es de lo mejor que tiene este gobierno.
