Si eres estudiantes de universidad privada y aún no sabes si asistir este 28 de noviembre a la octava movilización por la defensa de la educación superior, en el marco del paro nacional universitario que vive el país, te comparto tres razones que pueden ayudarte a comprender el problema y decidirte a acompañar la movilización:
- El efecto de la crisis de las públicas en las matrículas de las universidades privadas. Aunque el proceso de movilización que se vive actualmente en Colombia responde a la aguda crisis de la educación superior en general, el elemento principal de la discusión es la deuda histórica del Gobierno con las universidades públicas, que amenaza con obligarlas a cerrar, y que alcanza los 18.2 billones de pesos, según el Sistema Universitario Estatal; exigir 3.2 billones para la base presupuestal de las universidades públicas, y 15 billones para saldar el déficit de inversión, también es defender el bolsillo de millones de familias que matriculan a sus hijos en universidades privadas, pues los problemas de cobertura y calidad de las públicas incrementan la demanda de cupos en las privadas, elevando los precios de las matrículas y fomentando el endeudamiento como vehículo principal para acceder a la educación superior.
- No al ánimo de lucro en la educación. Como representante estudiantil de la Universidad Autónoma del Caribe, puedo decir que nuestra institución ha sufrido en carne propia los estragos que causa el ánimo de lucro en la educación (caso Ramsés Vargas), principalmente porque ponen en riesgo la calidad de la educación y la continuidad académica. Durante el último año, todos los estamentos de la comunidad universitaria hemos trabajado para solucionar los problemas de planta física, contratación docente, investigación científica y bienestar que el ánimo de lucro ha generado en nuestra institución. Por eso es necesario que el Ministerio de Educación actúe con mayor diligencia ante estos casos, para evitar que se repitan y los responsables sean sancionados contundentemente. Esta es otra de las exigencias planteadas por la ACREES en la mesa de negociación con el Gobierno.
- La educación es un derecho, no un negocio. Otra de las exigencias que el movimiento estudiantil ha planteado al presidente Duque es la terminación de los programas de subsidio a la demanda como Ser Pilo Paga, ahora reformado por el gobierno bajo el nombre de Generación E, y la eliminación de la tasa de interés real de los créditos otorgados por el Icetex. En la UAC cerca del 70% de la población estudiantil tiene algún tipo de crédito educativo, y el 79,3% de la población pertenece a los estratos 1,2 y 3. Sin duda alguna, miles de familias colombianas cuyos hijos estudian en la Universidad Autónoma del Caribe lograrían un enorme alivio financiero en caso de que esta propuesta sea aceptada. Vale la pena aclarar que la finalización de Ser Pilo Paga implica que el gobierno garantice que los actuales beneficiarios terminen sus estudios y se condonen las deudas que por concepto del programa hayan contraído con el Icetex.
Seguramente existen muchas otras razones para respaldar el actual movimiento universitario, pero sin duda las tres mencionadas anteriormente demuestran cuánto nos afecta a los estudiantes de las IES privadas la política educativa que ha mantenido el Estado colombiano los últimos 25 años: marchitar las universidades públicas, para endeudar a los colombianos en las universidades privadas.
Por eso invito a todos los jóvenes de Barranquilla y la región Caribe a movilizarse el próximo 28 de noviembre, junto a las centrales obreras y cientos de organizaciones sociales, comprometidas con la defensa de la educación como un derecho de todos.
¡Viva el paro nacional universitario!
