Veo esas marchas universitarias y me pregunto si esos estudiantes que reclaman más recursos para financiar la educación superior pública son conscientes que estos años serán solo un paso más en su proceso educativo, y que debido a los avances tecnológicos el título universitario que persiguen no les será suficiente durante toda su vida laboral. ¿Los recursos que están solicitando para las instituciones serán utilizados para actualizarlos al mundo que encontrarán? O ¿para mantener el statu quo? La gran pregunta es si las instituciones educativas se están transformando para convertirlos en cocreadores de su propio aprendizaje y generar espacios que les permitan insertarse laboralmente o crear empresas para realidades económicas y sociales que incluso hoy no conocemos.
No tendría sentido que todo este esfuerzo estudiantil sea para mantener el concepto de un profesor parado frente a una sala llena de estudiantes que escuchan, transcriben y responden; o comunicando conocimientos que se pueden consultar fácilmente en plataformas como Google. El aula como único espacio de aprendizaje es cada vez más cosa del pasado. Las aulas de espacios físicos y en línea (internet) deben coexistir, se deben incorporar nuevos escenarios de aprendizaje que vinculen al estudiante con la realidad de su entorno y desarrollen en ellos competencias relevantes que trascienden el tiempo, como la innovación, la creatividad, el uso de nuevas tecnologías, el humanismo digital, el trabajo colaborativo entre otros. Dando la vuelta al modelo de aprendizaje actual, para que los alumnos puedan aprender en sus propios espacios y pasar el tiempo de clase colaborando, desarrollando y aplicando su conocimiento a problemas de la vida real. Porque así será su futuro laboral, se les exigirá actualizarse permanentemente en línea, para posteriormente aplicar conocimientos en su trabajo.
La mayoría de las profesiones tratan el caso de cada individuo de manera diferente: cada paciente de un médico tiene planes de tratamiento personalizado. La educación no debe ser diferente. El viejo modelo único de enseñanza y de aprendizaje que se ajusta a todos los alumnos en un aula está desactualizado, y no tiene lugar en la agenda de la educación futura. El software de aprendizaje adaptativo y personalizado está reemplazando rápidamente el papel de los libros de texto en las aulas. Cada alumno aprende de manera diferente, y la tecnología permite que los educadores se adapten a los estilos de aprendizaje únicos, caso por caso. ¿Es esto considerado en la calidad educativa que se exige?
La inteligencia artificial está afectando la mayoría
de trabajos que conocemos
y a los que aspiran los estudiantes que marchan
La inteligencia artificial está afectando la mayoría de los trabajos que conocemos y a los que aspiran los estudiantes que marchan. En el pasado, la automatización se consideraba una amenaza para la mano de obra poco calificada. Ahora, muchas funciones altamente cualificadas, que incluyen la interpretación de imágenes médicas, la investigación legal y el análisis de datos, están dentro de los conjuntos de habilidades de las máquinas. ¿Cómo puede nuestra educación superior preparar a los estudiantes para su vida profesional cuando las profesiones mismas tienden a desaparecer? La educación que debemos exigir, es una que fomente además del autoaprendizaje, una mentalidad creativa y la elasticidad mental para inventar, descubrir o crear algo valioso para la sociedad. Fortalezas para competir en un mercado laboral en el que las máquinas inteligentes trabajan junto con los profesionales humanos. Los estudiantes necesitarán la alfabetización de datos para gestionar el flujo de big data y la alfabetización tecnológica para saber cómo funcionan sus máquinas, pero la alfabetización humana (las humanidades, la comunicación y el diseño) para funcionar como un ser humano y no perder de vista que la tecnología debe estar al servicio de la mejora de las sociedades.
La única certeza sobre el futuro es el cambio. ¿Los estudiantes que están inventándose por primera vez a través de sus estudios universitarios, estarán preparándose para reinventarse una y otra vez cada 10 años? ¿Esta el gobierno diseñando los procesos educativos necesarios para equiparnos a vivir a través del cambio? ¿Son estos estudiantes que marchan, conscientes de su nuevo rol, de control y responsabilidad sobre su aprendizaje? ¿La calidad de la que se habla, tiene en mente estas nuevas realidades?