El hecho de que tóxico haya sido escogida por el diccionario Oxford como la palabra del 2018, no quiere decir necesariamente que hayamos tenido un año nocivo o venenoso...
¿O sí?
Según Oxford la evaluación del vocablo se hace para tratar de entender el ethos, el estado de ánimo o las preocupaciones del 2018. Así mismo dijo Oxford, tóxico tiene potencial a largo plazo de convertirse en un término con significado cultural.
Así, con esta elección tal vez, podríamos afirmar que quienes hablan inglés han incluido esta palabra en las cosas que escriben, leen, informan, o piensan y que entonces, el vocablo realmente tiene el potencial de convertirse en un término con significado cultural que manifiesten emociones, y situaciones no muy positivas. O que denote una difícil realidad para los que comparten este idioma.
Si lo pensamos en profundidad es mucho más preocupante de lo que parece.
Según el gobierno británico en el mundo, el 20 % de los habitantes habla inglés. Es decir, aproximadamente 1.5 billones de personas
1.5 billones de seres humanos que podrían estar usando la palabra tóxico para describir el ambiente en el que viven y los hechos que suceden a su alrededor
Hablamos de más de 50 países que incluyen Antigua y Barbuda, Australia, Bahamas, Barbados, Belice, Botsuana ,Canadá, Camerún, Dominica, Estados Unidos, Estados Federados de Micronesia, Fiii, Filipinas, Granada, Ghana, Guyana, Irlanda, India, Jamaica, Kenia, Kiribati, Lesoto, Liberia, Malta, La Islas Marshall, Mauritania, Namibia, Nigeria, Pakistán, Palao, Papúa Nueva Guinea, Nueva Zelanda, San Kits y Nevins, Samoa, Seychelles, Sierra Leona, Singapur, Las Islas Solomon, Sri Lanka, Sudán, Sur África, Reino Unido, Santa Lucía, San Vincent y las Granadinas, Ruanda, Trinidad y Tobago, Tanzanía, Uganda, Zambia y Zimbabue.
Pero, el diccionario no hace dicho análisis. Se limita a escoger la palabra según el número de búsquedas que se han realizado durante el año o que hacen referencia a esa palabra y asegura que su uso se ha limitado a los términos químico tóxico, masculinidad tóxica, sustancia tóxica, gas tóxico, ambiente tóxico, relación tóxica, cultura tóxica, residuos tóxicos, algas tóxicas, y aire tóxico.
Según Oxford la evaluación del vocablo se hace
para tratar de entender el ethos,
el estado de ánimo o las preocupaciones del 2018.
Así por encima y mirando estos términos, parecería que su significado se ha mantenido sobre todo relacionado a lo más explícito de su composición. Siete de estos términos hablan de elementos químicos u orgánicos que por algún motivo se han vuelto venenosos. Solo tres de ellos usan la palabra para describir conceptos propios del comportamiento de los humanos.
Dicho esto, es una de esas palabras que tiene fuerza para subrayar o reafirmar un problema que químico o no, hemos venido enfrentando con mayor prevalencia en estos tiempos.
La contaminación del ambiente, por ejemplo, ha aumentado el número de elementos tóxicos para la salud, y en cuanto a los comportamientos, la palabra tóxico describe con exactitud lo que sucede cuando alguna de nuestras características culturales, como nuestra masculinidad o la forma en que nos relacionamos con otros, en vez de hacernos bien, nos hacen mal y se convierten en un factor negativo para nuestra vida o la de los demás.
Puede ser que, esté hilando demasiado fino, pero no está demás acordarnos que nuestras palabras reafirman nuestros pensamientos y que estos a su vez nos construyen realidades.
Habría que medir si esta palabra se usa de la misma manera y con la misma frecuencia en los países hispanoparlantes para entonces determinar si la ¨toxicidad¨ es compartida o no.
