Esa noche del 3 de Marzo de 2014, Juan Manuel Cotelo, Director de cine español, terminaba un coloquio sobre su más reciente película en el teatro del Colegio Gimnasio Moderno de Bogotá.
De la nada y del barullo del público que generalmente quiere hablar con el conferencista emergió la figura de un hombre corpulento y con la piel curtida por el sol, como si se tratara de un personaje de película le soltó en su cara una sentencia…”Mis jefes quieren pedir perdón... y les gustaría hacerlo a través de usted”.
Cotelo tomó uno a uno nota de los nombres que le recitaba el hombre corpulento y esa misma noche se internó en Google para asombrarse al ver la hoja de vida convertida en prontuario de Ramón Isaza, jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia, Edward Cobo (Diego Vecino) Comandante del frente Montes de María y Luis Arlex “Chatarro”, jefe del bloque Centauros... y de otros muchos paramilitares arrepentidos.
Esa invitación lo llevó a sentarse con ellos un mes después, en uno de los patios de la cárcel La Picota de Bogotá, para comprobar por sí mismo si realmente estaban arrepentidos por lo que hicieron.
"Me encontré con personas humilladas, que lloraron sus errores, reconociéndolos sin arrogancia, sin excusa y sin justificarse." Así recuerda Cotelo aquella jornada. "Uno de los presos, me pidió llorando que hiciera una película que ayudase a los jóvenes a no cometer los graves errores que él había cometido."
Pocos meses después, Cotelo regresó a Colombia y acompañó a esas personas en sus encuentros con sus víctimas, a las que les querían pedir perdón frente a frente. "Fueron los momentos más emocionantes y alegres de mi vida. Vi a las víctimas abrazar, besar y compartir comida y bebida con sus enemigos. Y así pude ver que el amor tiene la última palabra, por muy grave que haya sido el conflicto."
Juan Manuel Cotelo decidió abrir el contenido de su película a otros países, el ejercicio liberador del perdón afirma él es universal. No se limita a una circunstancia geográfica, ni política ni social.
El impulso inicial de EL MAYOR REGALO aconteció en Colombia, gracias a los paramilitares arrepentidos y a la generosidad de las víctimas que les perdonaron, pero después se sumaron otras historias igualmente impactantes, por todo el mundo.
La historia de Tim Guenard, por ejemplo, Campeón Nacional de Boxeo en Francia, cuya madre abandonó cuando era niño, en una carretera, atado a un poste de la luz. Su padre lo golpeó hasta dejarlo moribundo...Él creció con el deseo de venganza. Sin embargo, hoy Tim promueve el perdón y el amor incondicional, su mensaje llegó incluso, a líderes mundiales como Vladimir Putin, con quien se reúne esta misma semana.
Cotelo conoció también a Shane O’Doherty, que fue jefe de explosivos del IRA, en Irlanda del Norte. Estando en la cárcel, quiso pedir perdón públicamente, enfrentándose para ello a la propia organización terrorista y al Gobierno inglés, que no deseaba dar crédito moral a ningún terrorista. Por ello, tuvo que enviar cartas privadas a todas sus víctimas, obteniendo el perdón de muchas de ellas.
Las historias de EL MAYOR REGALO son profundas y variadas. En Ruanda, Cotelo conoció a muchos asesinos arrepentidos y a sus víctimas que han regalado su perdón, después del Genocidio de 1994, en el que fueron asesinadas 800 mil personas en cuatro meses. Por ejemplo, Gaudence perdonó a Martín, que asesinó a sangre fría a sus siete hijos. “Ahora somos amigos, compartimos todo y vamos juntos a misa, para pedir que Dios sane nuestros corazones”, dice la mujer en un testimonio sobrecogedor .
La petición de perdón por parte del ex hombre fuerte de Panamá Manuel Antonio Noriega fue frustrado por su muerte. Pasó años en un reclusorio de la capital, donde Cotelo le visitó, pocos días después de que el militar pidiera perdón a todo el país.
El director cuenta que Noriega se preguntaba a sí mismo, una y otra vez, con dolor infinito, por qué tantos panameños rechazaban su petición de perdón.
Las historias de los paramilitares colombianos que registra EL MAYOR REGALO llevó al director hasta una casa, de la mano de “Chatarro”…Él le dijo con la voz quebrada, señalándole el lugar…”Yo saqué al hijo de la mujer que vive allí hace 10 años y le metí seis tiros en la cabeza” .
Cotelo entró antes que el paramilitar a la vivienda, la mujer le pidió que regresara con “Chatarro”, al verlo le dijo…”Esta es tu casa, yo soy tu madre, tú eres mi hijo, yo te perdono, ¿que quieres tomar?”
La película “EL MAYOR REGALO" se estrenó con gran éxito en España el fin de semana pasado y se convirtió desde el primer día en la cinta con mayor número de espectadores, en relación a su número de copias distribuidas, superando la media de grandes producciones de Hollywood.
Su producción se logró gracias a donaciones de más de 1.200 personas, de 30 países. Algunos aportaron un euro y otras personas o instituciones aportaron más.
La compañía barranquillera Tecnoglass por ejemplo, es uno de esos aportantes que apostó por este éxito filmográfico que llegará a Colombia el 6 de Diciembre próximo para ser proyectado en las salas de cine de la cadena CINEMARK.
La película EL MAYOR REGALO seguramente provocará, en Colombia, una oleada de esperanza y reconciliación, ayudando a sanar tantas heridas internas que tenemos los colombianos.
Su propuesta transciende por completo de lo político o ideológico, siendo un mensaje que va directo al corazón individual de cualquier espectador que esté herido por la tristeza o el rencor.
