Más de 6 años lleva andando una investigación de la Fiscalía y la Procuraduría por un escándalo de corrupción en la ejecución de la VI Cumbre de las Américas del 2012 en Cartagena. Por la celebración irregular de un contrato de más de 4 mil millones de pesos hoy, la cónsul General Central de Colombia en Madrid, María Margarita Salas y el cónsul de primera en el mismo consulado, Alexander Potdevin, tendrán que responder a la justicia colombiana.
El 14 de diciembre de 2017, la Fiscalía publicó el primer comunicado de prensa derivado de esta investigación. En este comunicado se establecía la responsabilidad de Salas y Potdevin quienes en el momento de los hechos ejercían como Secretaria General de la Cancillería y como Coordinador de Privilegios e Inmunidades de la Dirección de Protocolo respectivamente. Pero, además de estos dos funcionarios, se acusaba a Araminta Beltran, quien ejercía como directora financiera del ministerio en el 2012.
Cuando salió el comunicado de prensa, el pasado diciembre, Margarita Salas y Alexander Potdevin ya se encontraban ejerciendo en el consulado Madrid y cobijados por el fuero diplomático. Sin embargo, Araminta Beltrán se encontraba en Bogotá, ejerciendo como Secretaria General encargada de la Cancilleria. El 22 de enero, poco más de un mes después de publicado el comunicado de prensa de la Fiscalía, Araminta Beltrán fue nombrada provisionalmente Cónsul de Colombia en Valencia, España. Cargo en el que se mantiene hasta el día de hoy.
Se desconoce si la inmunidad diplomática que ostentan todos los diplomáticos del mundo, será suficiente para que estos funcionarios le hagan el quite a las deudas que tienen con la justicia colombiana.
