El Distrito no puede seguir improvisando con un drama que afecta a familias de todos los estratos
• El actual gobierno distrital no es capaz de subsidiar a todos los drogadictos que existen en la capital. No se sabe cuántos hay.
• 60% de los más de 500 mil habitantes de calle, son consumidores de sustancias psicoactivas
• En el 2013, 22.000 personas consumieron bazuco. 10,000 de ellos fueron jóvenes de estratos 1, 2 y 3 según estudio del CEACSC
• Estudios recientes confirmaron que la marihuana es la sustancia ilícita de mayor consumo en Bogotá́ (125 mil personas) y un promedio de 70 mil personas se encuentran en situación de “abuso” o “dependencia”.
Dentro de su campaña como candidata conservadora a la Cámara por Bogotá, María Elisa Uribe Vegalara, develó la dramática situación que actualmente viven los bogotanos adictos a estupefacientes, a través de un estudio liderado por la Fundación Intox, a partir de encuestas aplicadas a población “Habitante de Calle”, con consumo problemático de sustancias psicoactivas.
“El Distrito no puede calmar la abstinencia del consumo de bazuco con dosis mínimas de marihuana. El habitante de la calle consume la mezcla de ambas drogas llamada ‘maduro’ y si se les va a subsidiar la marihuana por cuenta del Distrito, lo que le vamos a dar es mayor capacidad adquisitiva para que compren más bazuco”, aseguró la candidata conservadora.
En el 2013, el Hospital San José, atendió 9.050 pacientes con sobredosis y síndrome de abstinencia entre los 11 y 12 años de edad. 1.225 de esos pacientes, llegaron pidiendo asistencia médica por consumo de cocaína, 1.513 por marihuana, 252 por LSD, 833 por bóxer, 26 por éxtasis y 450 por alcohol etílico.
¿Dónde está la política pública?
La situación es alarmante. No existe una política nacional, local y distrital para los colegios en donde se trafica todo tipo de drogas. Día a día llegan jóvenes, entre los16 y los 25 años de edad de estrato 2, hasta estrato 6 remitidos por consumir en su mayor parte, cocaína y marihuana.
Expertos toxicólogos de la capital, aseguran que si el Distrito otorga dosis mínimas de marihuana y bazuco a los adictos, estos seguirán teniendo atrofias y múltiples infartos en el cerebro. Un cerebro en esas características, puede causar algo que se llama psicosis tóxica e induciendo a que un adicto coja un arma y cometa crímenes.
En ese caso, ¿quién es el autor material de esos homicidios múltiples? ¿quién es el autor intelectual? ¿El adicto o el Distrito? En el 2009, un estudio de la Secretaría de Salud de Bogotá arrojó que el 80% de los infractores penales menores cometían el hecho punible bajo efectos de alguna sustancia ilícita.
El control político está en reconocer y medir la magnitud del problema, desempolvar la ley en prevención, que no se cumple e incluir el tratamiento en cualquier plan de salud.
La evidencia indica que algunas sustancias como el bazuco – crack, anfetaminas o heroína consumidas abusivamente, aumenta la tendencia en los individuos que las consumen, a tener cambios en el comportamiento que pueden llevar a la comisión de delitos.
Precios de drogas estimados por consumidores del Bronx
En un documento elaborado a principios del presente año por el Centro de Estudios y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudadana (CEACSC), a partir de las 500 Encuestas aplicadas a población “Habitante de Calle” con consumo problemático de sustancias psicoactivas, el precio del bazuco oscila entre 1.500 y 2.000 pesos la dosis.
La cocaína depende de la calidad, pero los precios oscilan entre 5.000 y 8.000 pesos la dosis. La bolsa de marihuana se vende entre 3.000 y 5.000 pesos, y de ahí se sacan 5 o 6 dosis mínimas. La heroína esta entre 25.000 y 35.000 pesos y la botella de Chamberlain de alcohol oscila entre 3.000 y 4.500 pesos.
Falta investigación científica
Mucho está reglamentado, pero poco se cumple. Durante 60 años hemos reconocido que somos traficantes, pero no que somos un país consumidor. No existe un rigor científico de la investigación médica. No hay una cifra contundente y oficial del número de adictos en Bogotá.
Proceso de rehabilitación
Todos los pacientes salen limpios de los hospitales. Sin embargo, tal y como lo aseguran los especialistas, los adictos deben seguir en un proceso de rehabilitación en un centro de atención a drogodependientes.
“Así la ley contemple que la rehabilitación es parte del POS, las empresas lo tienen como no POS. Es decir, los doctores llenan un documento donde se le solicita a la EPS del régimen contributivo subsidiado, que autorice el tratamiento.
Estos trámites pueden demorarse 20 o 30 días y en esa espera es cuando la persona reincide. Entonces, en términos de rentabilidad social y financiera, ¿cuánto nos cuesta social y económicamente la recaída de ese paciente?, asegura María Elisa Uribe.