El pasado 13 de febrero Bogotá fue testigo una vez más del caos y los destrozos por el mal servicio del (Sistema Integrado de Transporte Público) Transmilenio, cuando un accidente provocado por una mula en la avenida las Américas ocasiono fuertes bloqueos y problemas en el orden público. Ya que la estación Banderas colapso, las personas se desesperaron por la demora de los buses y empezaron a tomarse la avenida, lo cual ocasionaba más desorden ya que no dejaban ni entrar ni salir los vehículos.
Esta protesta “paÍifica” que duro aproximadamente 1 hora y media finalizó en el momento en que llegaron los miembros del (escuadrón Antimotines y Antidisturbios) ESMAD quienes por medio de la fuerza utilizando gases lacrimógenos dispersaron las personas y lograron que fluyera un poco el servicio, aunque las personas no se querían retirar hasta que alguien diera respuesta todo finalizó en horas de la tarde, dejando 2 personas lesionadas y una señora con heridas graves por irritación en sus parpados.
Por ese día finalizó el caos pero diariamente es una lucha subirse al transporte público, ya que durante más de 8 años los habitantes de la ciudad de Bogotá han sido víctimas de malas administraciones y decisiones de quienes gobiernan; como Transmilenio, el cual millones de personas utilizan diariamente para llegar a sus destinos, este servicio siendo el más utilizado en la capital es el más malo aseguran los usuarios como Clara Guzmán quien cuenta como día a día tiene que ser víctima de abusos, malos tratos e inclusive “juegan con su tiempo” ya que no hay buses suficientes para dar abasto con las personas, y en ocasiones les toca esperar en la estación más de 20 minutos para que llegue un articulado vacío o por lo menos con espacio suficiente para subirse. Sin contar con las rutas alimentadoras del sistema las cuales tienen la mayoría de quejas ya que envían pocos articulados y la gente es demasiada aparte de esto no están bien adecuadas para su uso.
Le preguntamos a un conductor de una ruta alimentadora quien no quiso dar su nombre por no salir involucrado en el tema. Éste asegura que ellos no tienen la culpa que el malo es el sistema además “yo solo hago lo que me ordenan”.
Estas son respuestas que diariamente se escuchan de personas que quieren evitar el tema y lavarse las manos como se dice popularmente; lo que ocurre con esta inconformidad que tiene la gente es que cada vez que sucede algo aprovechan y forman el caos en la ciudad.
Caos en Transmilenio
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