Las elecciones brasileñas terminaron definiéndose en dos meses con la entrada en escena de dos candidatos bastante desconocidos en el pasado: el ex militar Jair Bolsonaro con posiciones radicales de derecha y Fernando Haddad, ungido a última hora por Lula en representación del Partido de los Trabajadores. La disparada del ganador de la primera vuelta se dio en la última semana con un crecimiento de casi un punto porcentual por día,
La corrupción de los dirigentes del Partido de los trabajadores con el ex Presidente Lula intentando mantener el poder desde la cárcel sepultaron electoralmente al popular partido que solo logró conservar sus mayorías en el nordeste del país. En Brasil para ser elegido en la primera vuelta, un candidato necesita alcanzar más de la mitad de los votos válidos de los comicios y a Bolsonaro le faltaron tres puntos. La segunda vuelta se realizará el próximo 28 de octubre, un plazo corto para la recuperación de terreno que requiere Haddad para remontar la diferencia y lograr que la izquierda brasilera recupere la presidencia en medio de un gran desprestigio por el escándalo de corrupción que rodea a su cúpula de dirigentes.