Hace algunos días veía el programa Efecto Naim, del reconocido analista venezolano Moises Naim, en él se presentó un informe titulado “La Generación Perdida” (véase el video aquí http://efectonaim.ntn24.com/?videos=generacion-perdida), el cual presenta una amable introducción, señalando que la pobreza extrema en el mundo se ha reducido a la mitad en la última década, y a su vez la riqueza se ha multiplicado por cinco, pero ante todo el mundo de hoy, es un mundo joven.
Sin embargo, este mundo joven está desocupado, no tiene nada que hacer, y es esta la advertencia que la nota presenta; estamos en un mundo en donde los jóvenes sufren dos problemáticas: son desempleados y/o están siendo excluidos. Las cifras son contundentes, hay 300 millones de jóvenes desempleados alrededor del mundo, lo cual arroja una tasa de desempleo juvenil de 12.6%, esta misma alerta la coloca el Foro Económico Mundial en su informe titulado “Unemployment: Rising to the Global Challenge An Agenda for Policy – makers and Social Partners” (véase el informe aquí http://www3.weforum.org/docs/GAC/2014/WEF_GAC_Employment_UnemploymentRisingGlobalChallange_Report_2014.pdf); la conclusión es una sola, estamos ante una juventud que cree que se les está pasando su tiempo, estamos o hacemos parte de una Generación Perdida.
Obviamente Colombia no es ajena a este problema, de allí que el fenómeno mundial de “Los Indignados” haya tomado relevancia en el panorama político y social del país, de manera que en cuestiones que conciernen principalmente a los jóvenes colombianos encontremos asociaciones como la MANE, que no es la organización de indignados anti-sistema como las de Túnez o Egipto, por el contrario es una organización que exige cosas básicas como la consagración de la educación como un derecho y no como un negocio.
Pero la lucha de los indignados no es fácil en ninguna parte del mundo, mucho menos en Colombia, donde la polarización y el antagonismo es cada vez más fuerte. Los discursos de algunos sectores políticos se concentran en desacreditar la lucha social, y entonces la capacidad discursiva de estos sectores se limita a denominar a los indignados “mamertos”, una palabra usada con una carga peyorativa que busca por poco insultar, que se usa equívocamente como sinónimo de izquierdista, comunista, socialista, etc, como si creer o compartir estas ideas fuese delito.
Algunos más descarados llegan a decir que los indignados no son más que “envidiosos” que siempre defenderán la idea de igualdad como enemiga de la riqueza, y que el mundo tal como está hoy es perfecto, que solo aquel que sea un “emprendedor” tiene derechos sobre los demás. Estos mismos descarados son los que ignoran y descalifican el informe de la Oxfam, titulado “Gobernar para las Elites” (véase el informe aquí http://www.oxfam.org/sites/www.oxfam.org/files/bp-working-for-few-political-capture-economic-inequality-200114-es_0.pdf) el cual pone en relieve la desigualdad que hay, con la mitad de la riqueza mundial concentrada en el 1% de la población.
Pero en Colombia cada una de estas problemáticas enunciadas anteriormente, pareció pasar desapercibida durante la campaña electoral para Senado y Cámara de Representantes, las propuestas para contrarrestar el desempleo juvenil y la desigualdad de oportunidades fueron mínimas o brillaron por su ausencia, pocos candidatos tocaron este tema y lo relacionaron con la tan anhelada paz, nadie parece haber conjugado estos hechos y preguntarse ¿ cuál paz será duradera y verdadera si los jóvenes no tienen oportunidades hoy y no hay esperanza de que las tengan mañana?; ¿acaso no se estará generando el caldo de cultivo para los futuros conflictos sociales?
Las respuestas exigen un análisis mucho más riguroso que incluya elementos de política pública, economía, demografía, entre otros. Pero el propósito de estas líneas ha quedado establecido, a los políticos de hoy poco les interesa lo que vaya a pasar con el futuro del país, que se materializa en los jóvenes. Espero que el lector antes del 9 de marzo se informe para depositar su voto, que el lector como joven; padre, madre o hermano de un joven; o amigo de la juventud y el futuro de Colombia se informe, habiendo analizado cual candidato puede tener estas mismas preocupaciones y gestione soluciones a esta problemática que como va crea los peligrosos problemas sociales de las próximas décadas.
@camilobarriost