Me gustaría saber si las personas que piden a gritos guerra contra Venezuela de manera irresponsable piensan en la verdadera dimensión del hecho y cómo la van afrontar, ¿con sus hijos o con sus nietos? De verdad, ¿los adultos mayores que están a favor de esta absurda salida no piensan en el futuro de su descendencia?
Por otro lado, nadie va a sacar en limpio al actual régimen venezolano, que ha tenido claras fallas con el actual modelo económico, pero centrar el problema exclusivamente en el presidente Nicolás Maduro es un desacierto, incluso es una ingenuidad y desinformación: lo real es la disputa geopolítica por la mayor reserva petrolera del mundo, entre los grandes poderes en un mundo unipolar.
Es la geopolítica mundial en gran parte la causante de los problemas que hoy agobian al país hermano. Los medios solo conducen a la gente a que se centre en Nicolás Maduro y la mayoría cae en eso. Nadie piensa en la agresión despiadada de la guerra económica y el bloqueo a que es sometido. Conducen la discusión, al episodio de un jefe de Estado en visita en el exterior que se está comiendo un pedazo de carne y eso es más grave y censurable que los 500 líderes sociales asesinados en Colombia. Hasta allá ha llegado la manipulación y la distracción: Joseph Goebbels, el jefe de la propaganda de Hitler está en pañales, ante los genios de la manipulación de la información en Colombia
Venezuela, a pesar de sus problemas de abastecimiento y crisis económica causados preferencialmente por la baja de los precios internacionales del petróleo, por el bloqueo y la guerra económica, ha resistido con dignidad, porque es una proeza sobrevivir a las sanciones impuestas.
Además, a raíz de las bobas declaraciones ante la Asamblea de la Onu del que llaman presidente aquí en Colombia no se tiene claro lo siguiente: Colombia no tiene experiencia suficiente para afrontar una eventual guerra con Venezuela ni con ningún otro país, su armamento es obsoleto y su aviación es precaria, entonces decir que Colombia tiene experiencia porque combatió 60 años a la guerrilla internamente en una guerra de baja intensidad y prolongada en el tiempo como guerra civil es una falacia. Eso es no conocer la historia y la realidad militar que tenemos.
En una guerra entre países prevalece la aviación y la aviación venezolana, con los Sukhoi, nos aniquila en un abrir y cerrar de ojos: el primer objetivo sería la destrucción de los 9 puentes sobre el río Magdalena y con solo eso el país colapsaría, serían dos Colombias totalmente aisladas. Venezuela tiene unos sistemas tan avanzados de aviación que ningún avioncito obsoleto de guerra nuestro alcanzaría a penetrar su territorio.
Dejemos la irresponsabilidad y más aún cuando esta irresponsabilidad proviene de un presidente inexperto y primerizo como el que tenemos. Estamos en manos de un presidente sometido y no autónomo. Es por eso que el presidente Juan Manuel Santos, un verdadero estadista, era tan prudente y cuidadoso con ese tema.
Venezuela puede tener sus problemas internos y de migración, pero armamento sofisticado y moderno sí que tiene. El teatro de operaciones sería Colombia y como buenos indignos nos tocaría pedirle ayuda a los gringos, en un papel de Caín de Suramérica. Allí Venezuela no estaría sola tampoco, porque entraría en el baile China y Rusia como superaliados incondicionales.
Dejemos la estupidez y la bobería, y más bien preocupémonos por los grandes problemas internos que sí que tenemos por montón. Es el patrón actuando y poniendo sus cortinas de humo, buscando que le garanticen la impunidad que necesita con urgencia.