Hace poco menos de un mes el canciller de Colombia, Dr. Carlos Holmes Trujillo, visitó Maicao. Ahí pudo verificar de primera mano las pésimas condiciones en la prestación de servicios públicos, empleabilidad, comercio, migración y competitividad de la región.
Este viaje se convirtió en la ilusión para la solución de los problemas que nos aquejan en La Guajira. Sin embargo, hasta la fecha no hubo pronunciamiento en este tema. Esperamos positivas respuestas pronto.
Pocos días después, la visita de Jonathan Malagón, ministro de Vivienda, a la represa El Cercado y la planta de tratamiento Mete Susto, donde realizó el anunció de mejoramiento de los acueductos regionales, llenó de esperanzas a todos los guajiros. El pueblo dio por hecho que el gobierno central había puesto nuevamente sus ojos en esta olvidada pero estratégicamente ubicada región de Colombia.
Se rumoraba en cada uno de los 15 municipios que ese apenas era la punta del iceberg de todas las soluciones a corto, mediano y largo plazo que se venían, además del Programa Reactiva Colombia, al cual cientos de habitantes de esta región aspiran tener oportunidades de acceso.
Por ahora el romance del pueblo guajiro y el presidente se mantiene, pero se esperan más muestras de afecto. Por ejemplo, que los incluyan en el proyecto de ley que formuló el jefe de Estado para la ciudad de Cúcuta, y que extienda las prebendas a este territorio de una zona económica especial (ZEE).
No es desconocido que el crecimiento económico del departamento está por debajo de la media nacional y depende principalmente de la economía extractiva, por tanto se requiere dinamizar otros sectores de la economía y transformar las principales actividades económicas, atrayendo empresas a esta zona gracias a los incentivos tributarios.
Además, podría articularse esa estrategia de la ZEE con la reactivación del proyecto del distrito de riego de Ranchería, aprovechando la oportunidad para tener beneficios en la importación de maquinaria, y así mismo facilitar la exportación de productos agrícolas pues hay exención en aranceles, lo que consecuencialmente promueve la creación de empresas y la generación de empleo.
Hoy exhorto a los senadores que obtuvieron votos en La Guajira a que den una muestra de afecto a esta tierra que los acogió y les aportó un respaldo decidido para lograr su curul. Esperamos que con sus buenos oficios trasladen esta imperiosa necesidad a la primera autoridad de la nación a fin de lograr que este sueño se haga realidad. Colombia debe darnos esta oportunidad para mejorar ostensiblemente nuestra realidad social.
Por otro lado, revisando bibliografía respecto a las ZEE encuentro que este concepto de liberación económica abarca un amplio espectro de tipos de zonas más específicas, incluidas las zonas de libre comercio, zonas de procesamiento de exportaciones, zonas libres, parques industriales, puertos libres, zonas de emprendimientos urbanos y otras, las cuales pueden extenderse por todo el departamento, pues contamos con puertos de aguas profundas totalmente habilitados, además de otros en proyectos, una extensa frontera con Venezuela, relaciones comerciales con las islas del caribe, lugares estratégicos para construcciones de ferrovías, aeropuertos y ampliación de las carreteras.
Esta es pues una excelente oportunidad para impactar favorablemente en la solución de los problemas estructurales de La Guajira, en tanto que la generación de miles de empleos dinamizarían la reconversión laboral que hemos luchado por lograr. Se desarrollarían estrategias de mejoramiento en la prestación de servicios públicos y se garantiza el incremento en el PIB de la nación. ¡Presidente, muéstrenos su cariño!