Alguna vez importó este premio. En los noventa los veíamos y nos encantaba. Kurt Cobain, Madonna, Michael Jackson, hasta los Rolling Stones. Hasta el Grammy Latino era importante... Café Tacuba, Aterciopelados, Shakira.
Ahora es una porquería. Basta ver la lista de nominados para entender el nivel paupérrimo. Está ese Maluma y su corte, una música que a mí me parece lo más decadente del mundo, bueno, ni siquiera es decadente, la decadencia tiene su elegancia, los vampiros son decadentes, estos son vulgares imitadores de capos de la droga, gente sin ningún sentido musical
Irvine Welsh, el novelista creador de la imbatible Trainspotting, dijo después de escuchar la música que ahora nos atormenta que va a llegar una época en donde la música solo va a ser obsoleta. Al ritmo que vamos el arte supremo será mutilado. Es que ya no hay armonía, hay solo un ritmo, un sonsonete, pero no tiene espíritu.
Siempre han existido farsantes en esta industria. Julio Iglesias es un ejemplo latente. No cantaba, no tocaba ningún instrumento, pero vendía discos. Tal vez con Julio Iglesias empezó a irse a la mierda esta música latina que alguna vez nos llenó de orgullo, que tuvo figuras indiscutibles como Ruben Blades, Hector Lavoe, Charly García, Gustavo Cerati, Luis Alberto Spinetta, Lucho Bermúdez, Diomedes Díaz, Ismael Rivera, Tito Puente. Ahora nos queda esto, los Maluma, los J Álvarez, los Nicky Jam, gente a la que difícilmente se le podrá encontrar una virtud aparte de tener muy buenos empresarios.
Sí, puedo ser un viejo amargado, pero también soy un viejo preocupado. Me gusta la música, pero veo que cada vez queda más obsoleta la radio. Encender una emisora como Oxígeno u Olímpica Stereo es como pegarse un tiro en el oído. Por eso mejor me quedo en mi anacronismo. No voy a discotecas, no bailo jamás. Me quedo con mi salsa y mi rock y con las viejas imágenes en YouTube de los grandes de la música recibiendo un premio que ahora se gana hasta un inepto como Maluma.
