Así dicen y se saborean mujeres cougar (puma), como se les llama a esas “depredadoras” de hombres jóvenes. Durante muchos años nos acostumbramos a ver hombres mayores con mujeres jóvenes. Ahora, como consecuencia de que la mujer se ha educado, va a la universidad, gana buen dinerito, ha surgido de un tiempo para acá el fenómeno de mujeres muy mayores con hombres muuuy menores; una relación 45-20 en años. ¿Cómo les parece?, dirían las señoras de antes.
La cultura machista ha visto con malos ojos estas relaciones, pero esto lo que significa —dicen los expertos— es que la mujer también tiene derecho a buscarse un hombre menor o, en lenguaje coloquial, a “echarse su pollo al pico”. Sus mejores ingresos les dan a las mujeres la opción de conservarse más, de tener un cuerpo atractivo y más ágil, y por eso se atreve a explorar. Esas mujeres de hoy no son como nuestras abuelitas que se olvidaban a muy temprana edad del sexo. Por el contrario, ahora leen sobre el tema en libros, revistas e Internet. Mejor dicho, antes leían cómo servir la mesa, como desmanchar la ropa… Pero de un tiempo para acá comenzaron a leer cómo atraer al hombre y hacerlo feliz en la cama, y ya van en el sonadísimo libro Las 50 sombras de Grey que hace volar la imaginación. Esto se da hoy en día, más en Bogotá y Medellín que en otras partes del país, donde hay mujeres entre 40 y 50 años muy bien presentadas, interesantes, ávidas de una vida colmada de emociones, que se levantan a un muchacho muy, pero muy joven. Esto me recuerda una reunión de amigas, unas mucho mayores que otras, en la que se abordó el tema. Para sorpresa de todas, la mayor —de casi 70 años—, dijo saboreándose: “Mmmmm, ¡un hombre joven! Ñam, ñam”, al mejor estilo de Condorito. Todas esas hermosas mujeres otoñales soltaron la risa y todo parece indicar que atrás quedaron los tiempos en que solo los viejitos verdes correteaban jovencitas a la velocidad y exigencia del viagra.
Las mujeres mayores, además de ser una fantasía, tienen un atractivo para el hombre joven: ¡La experiencia! Saben lo que quieren, cómo lo quieren, tienen control de su sexualidad; son abiertas, expresivas, nada les da pena, se sueltan y comparten mucho más que las mujeres jóvenes a quienes las acompaña todavía el miedo, los tabúes, la vergüenza (apagan la luz) y la incertidumbre. ¿Y el atractivo de los muchachitos? ¡El vigor! En lenguaje de mecánico: ¡Prenden rodados!
Madonna y Demi Moore son emblemáticas en el asunto, pero Jeniffer López es la más reciente protagonista del escenario cougar internacional. Pero volviendo a Demi Moore, recuerdo que Ashton Kutcher era amigo de una de sus hijas y después de su divorcio le cayó a otro amigo de la hija. Me da mucha pena, pero ¿qué tal uno cuidando a los amigos de los coqueteos de la mamá?; ¡qué pereza y qué pena! ¿Una mamá cougar? Pobres hijas. ¿Muy goda yo? ¿Algo machista tal vez? Uy, no sé, pero menos mal no me tocó.
La gente dice que la diferencia de edades genera inestabilidad en la pareja. Sicólogos aseguran que eso es mentira porque la estabilidad depende del buen trato y que este principio fundamental supera la belleza. Lamento debatir esta teoría desde la siguiente perspectiva: ¿Han visto a Demi Moore hecha una garra y llena de botox? ¿Han visto a Ashton Kutcher como está hoy y cómo se irá poniendo con los días? En unos años estarían como si estuvieran casados George Clooney con Lucille Ball o Brigitte Bardot. La belleza no es todo, es cierto, hay cosas más importantes; pero conozco montones de viejitos que parecen alces, gracias a sus bellas parejas. Entonces, ¿quién evita que eso no les pase a las mujeres mayores? Si así no más pasa lo que pasa en un matrimonio de edades similares, imagínense en una relación de un muy mayor con una muy menor o viceversa. Complicado.
La información de nuestro amigo Google dice que una de las características de las mujeres cougar es que se sienten poderosas en esas relaciones con hombres jóvenes. Sin embargo, ellas son más emocionales, lo que trasciende la sexualidad; ellos las admiran más y ellas se sienten más atractivas. Pero ojo, los hombres que se sienten profundamente atraídos por mujeres cougar no han superado sus fantasías de la niñez o la pubertad (por eso se enamoran de la maestra del colegio), así que cuando maduren les dirán ¡chao!
A mi me encanta que haya mujeres valientes quienes, con todo el derecho, hacen como pumas lo que los hombres vienen haciendo como leones toda la vida. Eso se llama equidad. Así que mis queridas mujeres cougar, tranquilas. Disfruten de sus pollos, disfrútenlos y hagan ñam ñam, pero afronten lo que venga.
¡Feliz resto de semana!