Recuerdo a manera de aparecer como absolutamente irrefutable aquella vieja canción de Piero llamada Los Americanos. Es la canción más histriónica que a la par haya sido famosa: “Ellos nacen ancianos / Y van envejeciendo / A través de la vida / Los americanos / Y nacen convencidos / Que no hay nadie en el mundo / Que sea más importante / Que los americanos”. Un retrato a rayos X de Trump.
Y en otra estrofa: “Si hay algo que se admire / Donde quiera que vayan / Es la gran elegancia /
De los americanos / Con típicos atuendos / Se mezclan con la gente / Y nadie se da cuenta /
Que son americanos”. Qué grande Piero. Cuando la canción, un brutal coro de risotadas acompaña. ¿Recuerdan?
Y qué tal aquella que termina: “(Laralan… Laralan) Luciendo mil colores / Todos menos el negro / Al que no consideran / Del gusto americano”
Desde la posesión de Trump, precisamente por exótico, he estado leyendo diariamente prensa norteamericana y me he aficionado a ello. Es tan extraordinaria y completa que no puedo pagarla y por eso apenas leo lo gratis que me permitan sus diarios bajar y traducir por Google, aunque ya quisiera leerla toda.
Tanto he leído que finalmente he llegado a la conclusión que América Primero es una porquería y, sin duda alguna sería, nuevamente, lo más aburridor del mundo. Y eso por varias razones, una de ella absolutamente insoportable: ellos serían los únicos que podrían ser turistas y el resto de gentes rumiando en sus casitas. De allí que el plan antimigrantes de Trump todavía sea una metáfora. América Primero es una enorme máquina que supone el dólar como divisa hegemónica del mundo, por eso promueve su guerra comercial. Digamos más, divisa hegemónica y más valiosa: nos comprarían a precio de huevo.
Pero hay algo que crisparía los nervios. ¿Qué tal que Trump se perpetúe y se nos convierta en un estilo de vida de la globalidad general? Alguien podría imaginar a un señor como Macías luciendo un peinado a lo Trump. O a aquel otro…¿cómo se llama? Alzando el índice y haciendo pucheros cual Trump. ¡Abominable! Ningún mundo lo toleraría. América Primero ni siquiera alcanza a ser una utopía. Las utopías reales son deseables…
Una prueba de que ni en Estados Unidos quieren ser el América Primero que vende Trump es el recién salido libro de una mujer negra preciosa y expulsada de aquel supuesto paraíso, Omarosa Manigault Newman, titulado Unhinged (en español desquiciado).
Digamos que Omarosa no practica la venganza, pero le fascinan los platos fríos. Ha divulgado para que todos lo lean precisamente un tanto antes de las elecciones de mitaca que podrían existir cintas grabadas donde Trump profiere epítetos no convencionales, intensamente racistas. Obviamente la estaca iría al corazón de los votantes negros lo cual es muy peligroso. Habría un testigo:
“El mago Penn Jillette le dijo a Vulture en una entrevista publicada el martes que Trump "diría cosas racialmente insensibles que me harían sentir incómodo" en el set de The Celebrity Apprentice que podría haber sido grabado en cinta”. Cita que tomo del Huffpost.
Hasta aquí permitiría sonsacar que América Primero es una olla a punto de explotar. El camino que lleva a eso nunca será uno de rosas. ¿Irá más allá de las elecciones de mitaca si Trump pierde sus mayorías congresales? No creo que lo detengan, pero después nos mostrará una América Primero muchísimamente más furibunda, pelará el cobre, hará cortocircuitos, y se revelará como imposible. A eso apunta Omarosa, de hermosos labios. A mí, lo confieso, me gustan exageradamente. Lo que intento decir es que preferiría una América Omarosa que una América Primero. Sería más voluptuosa.
Obviamente Trump ha contestado pero, ¿quién puede creerle a Trump a estas alturas de campaña? Es capaz de decir cualquier cosa con tal de proteger su increíble cauda de votos negros. Trump está celoso pues conseguir esos votos ha debido costarle —y le volverían a costar— mucho más de mil millones de dólares. Eso votos son un manjar que le permite eludir los ataques de supremacista blanco que le endilgan. Si los tiene en bolsa los peleará a diente mondado. Cara de babuino tiene.
Pero si hay algo peor que Trump mintiendo es Sarah Huckabee Sanders, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, justificándolo. Si alguien quisiera un anticipo de cómo lo tratarían en América Primero he aquí un botón:
“Cuando se le preguntó acerca de los ataques de Trump contra afroamericanos, incluyendo su llamado a Manigault Newman 'esa perra', Huckabee Sanders dijo que los comentarios de Trump 'no tienen absolutamente nada que ver con la raza y todo tiene que ver con el presidente gritando la falta de integridad de alguien'".
Se quedó allí. No, ni riesgos. Enterró toda la espada hasta la empuñadura.
"El presidente es una persona con igualdad de oportunidades que llama a las cosas como las ve", dijo.
¡Igualdad de oportunidades!, ¡gritando la falta de integridad de alguien! Para no horrorizarse es mejor suponer que la traducción es deficiente. Es más, cuando se percaten que Huckabee se pasó de la raya dirán que quiso decir algo distinto, vaya a saberse qué, con la ventaja que ya el hervor de la noticia ha pasado y…¡tan campantes!
Entonces América Primero supone una crispación inaudita de la vida social. Algo que el populismo de derechas ha vendido impulsando como forma de introducir el miedo inminente de que el mundo tal como se conoce se va a derrumbar, y cuando eso termine por ser cierto ellos no serán los responsables pues necesitan un nuevo periodo, ahora para refundarlo.
¿Le suena conocido?
Ahora bien, plena razón llevan. América Primero también propone un holocausto. Y esto ya no es metáfora ni algo somero. América Primero permitirá acabar con el planeta Tierra tal como se le conoce. Al permitirse exacerbar la práctica de un capitalismo cavernícola cabalgando sobre las energías fósiles el cambio climático llevará a nuestro planeta a sufrir temperaturas extremas que acabará “hasta con el nido de la perra". El agua en los polos se descongelará, y ya sin esa protección térmica y miles de pueblos inundados, habrá muertos y pestes a tutiplén. Será el momento, si acaso sobreviven, en que podrán repartirse todo entre muchos menos. Eso si ya no es demasiado tarde para que siga habiendo vida en la Tierra.
Ojo. El que se pueda estar diciendo y leyendo esto ya es una barbaridad. Nunca debimos ser traídos hasta acá. La opresión obtenida hasta estas alturas le hacen decir al lenguaje y poner en nuestras bocas palabras y expresiones que son exabruptos totales. ¡Y la mayoría de nuestras especies no pueden hablar! Una Tierra muda, sin nosotros.
¿Habrá un mundo más aburridor que ese?
¿Saben de esto algunas personas que insisten en votar por la derecha populista? Bueno, digamos que no creen que el poder de su voto llegue a tanto. Pero ya lo están sintiendo en la piel. El calor es agobiante. Muy próximamente el miedo también lo será. Ineluctablemente, tal como van las cosas. Por ahora, intentaré buscar la forma de leer a Omarosa. Puede ser entretenida en vez de América Primero.
Eso mientras nos queda pocos instantes para reaccionar. Lo haremos, estoy seguro que lo haremos. He dicho que el universo no puede permitirse el lujo de acabar con el único planeta audible. Por lo tanto una voluntad cósmica se nos impondrá como obligatoria y única.